jueves, 5 de junio de 2014

Ciudades celtíberas: Konteba Lugh,Contrebia Leucade I

 


Ciudades celtíberas:Konteba Lugh,Contrebia Leucade I
(La Rioja profunda)


Uno de los primeros mitos que se nos rompen al visitar las ciudades celtíberas es el de que los romanos nos civilizaron. Esta urbe anterior a los romanos presenta numerosos vestigios de civilización como un canal de agua que discurre por toda la ciudad.

Por tanto vemos que se abastecía de un pozo que estaba en la entrada sur y que junto a los depósitos del líquido elemento de cada casa, les permitía disponer de agua potable y soportar cualquier asedio.


 
 
Obsérvese el palo gris que indica el pozo de agua y la canalera excavada en la piedra. El canal está en pendiente por lo que al agua corría a lo largo de la ciudad  y desaguaba fuera.
 
En otras urbes celtíberas se han encontrado filtros a base de rejillas, algunos antiquísimos (seis mil antes de Cristo) lo cual lleva a pensar que debía haber personas conocedoras o familiarizadas con infraestructuras civiles y por tanto, no tan tontorronas como los romanos y sus actuales secuaces de la Universidad.-je,je, je..esto es la venganza celtíbera-nos hacen creer.
 
 
 
 
Detalle de la canalización de agua. Por supuesto la ciudad está hecha polvo. Datada en el 800 a. C. hasta el 100 después de Cristo lo que aquí se comenta ha sido deducido por sus arqueólogos.

En relación a las canalizaciones de agua están aún pendiente de excavar una sus partes. Yo creo que habrá muchos temas por descubrir porque en esta ciudad, por ejemplo, apenas han sacado a la luz un diez por cien de sus ruinas (vivían dos mil personas así que imaginemos que sólo conocemos lo que pertenecía a 200 de ellas)


 
 
Por eso la parte que corresponde a las viviendas es muy interesante. Esto es la planta de un hogar prototipo. En esta ciudad los edificios compartían el estilo (sería como una urbanización actual) por lo que vemos que una casa  corresponde a la mayoría de los hogares. Se piensa que disponían de dos depósitos a la entrada (los dos cuadrados que se ven por delante de la piedra)  y una habitación interna.
Los depósitos eran  de agua y cerveza..hips ..o aceite de oliva.
 
 
 
 
 
Otro mito roto. Es cierto que los celtas del norte de Europa no disponían de aceite o de vino fabricados por ellos pero los celtíberos del valle del Ebro tenían vecinos que sí los hacían. La gran pregunta es  ¿..conocerían por sus vecinos la forma de fabricarse aceite de oliva?...depósitos ya hemos visto que hay.
 
A los arquéologos siempre las pasa lo mismo, hasta que no localizan una fábrica no pueden decir que algo se hacía, así que hasta que no haya alguna evidencia no podemos saber si los celtíberos compraban o se molían el aceite de oliva.
 
En Konteba Lugh se ha localizado un lagar de vino, donde se pisaba uva. Es uno de los más antiguos del mundo mediterráneo . Además se han hallado bodegas en otras urbes por lo que se sabe que el vino lo fabricaban y almacenaban. Sería pausible que pasara lo mismo con el aceite de oliva pero habrá que esperar a encontrar pruebas . 
 
 
 
 
 
 

Esto es un detalle de uno de los depósitos de aceite. Fijaros en los agujericos de arriba..muy bien para el que lo haya adivinado, por allí metían la viga de madera para tenerlo cerrado y a cubierto del polvo. A destacar el aislamiento de la piedra. Como además estaba bajo tierra, la temperatura permitía que se conservara todo estupendamente y es más, disponían de cervecita fresca a granel...



 
 
 
Este es el lagar de Konteba Lugh aislado de la humedad con unos sacos (fantástico cómo en este país se protege nuestro patrimonio). En fin, los del centro de interpretación hacen lo que pueden. Nos contaban que ya se había confirmado que allí se hacía mosto. La gente de la zona se emocionó mucho cuando contaron este hallazgo arqueológico,  les confirmó el acierto de sus vinitos de Borja, que como las borrajas, ya conocian los celtiberos.
 
 
 
 
 
 
¿Qué hacían los de Konteba Lugh con su vino? ... Pues se cree que lo usaban de  modo ritual y este es el edificio para esas libaciones. O sea beber vino adquiría un carácter sagrado.
 
De hecho este edificio ha roto los esquemas porque no saben si, realmente se usaba como templo. Si así fuera se rompería otro mito , el que no tenian templos en sus ciudades. Como siempre los celtíberos del valle del Ebro montándoselo a lo grande.
 
Esos bloques de piedra que forman un cuadrado creen que era la mesa porque en otros yacimientos se han encontrado copas de cristal encima. Por tanto los guerreros formaban parte (por hacer un símil) de la cofradía del vino y se lo bebían en una ceremonia antes de ir a luchar...Claro luego con las flechas no daban ni una..ahhh, por eso perdieron con los romanos, je,je, je.
 
 
 
 
 
 
Ahora en sus calles observamos huellas de carros. Otra idea equivocada, la de que fueron los romanos los que nos dieron la medida de los ejes de los carros( y por tanto el ancho de las carreteras). Hay que decir que el carro es un invento celta, de hecho la palabra española carpintero viene de carpetum, palabra celta que definía al carro ( el carpintero de esa época era el que arreglaba los carros y así se transmitió ese oficio de generación en generación hasta nuestros días) Todos los tipos de carromatos eran conocidos por los celtas.
 
Por eso cuando se han descubierto sus ciudades y se ha visto que el ancho de las ruedas en calles antiguas coinciden con las romanas (aparte de analizar restos de carros) se ha visto que fueron los romanos los que copiaron ese ancho y se encargaron de difundirlo por el mundo. En Konteba Lugh se aprecian huellas en sus dos calles principales. Mi pie esta pisando la rodadura de la izquierda y el otro caminito estrecho corresponde a la derecha.
 
 
 
 
 
Y es que no hay que olvidar que los celtas o en este caso los celtiberos, era un pueblo ganadero. Muchas cabañeras y cañadas de hoy día son caminos a yacimientos en los que se encuentran sus poblados, así que se cree que las abrieron ellos. Recordemos que un pueblo ganadero siempre necesita de caminos para sus rebaños.
 
No se sabe si practicaban trashumancia a gran escala pero la pequeña parece que sí. En Konteba Lugh se aprecian calles que vencen la pendiente con escaleras anchas para permitir el paso de carromatos y posiblemente ganado.
 
 
 
 
 
He puesto una panorámica de lejos para que ver la disposición de la escalera. Este es uno de los barrios de la ciudad. Si os fijáis está rodeado de montañas y cuando no había relieve hay una muralla que camufla la ciudad en el paisaje. En Konteba Lugh hasta que no estás delante de sus narices no aprecias la entrada de la urbe y te quedas impresionada cuando ves su extensión.
 
Queda explicar cómo adaptaban sus calles y hogares al relieve además de contar algo de sus murallas,que podrían guardar alguno de los escasísimos vestigios que hay en la península ibérica de los cartagineses o púnicos. Ya sabéis que las guerras púnicas nos trajeron a los romanos tras contar con ocho años de presencia de los ejércitos de Cártago (los hermanicos de Aníbal).
 
Toda esta peña fue la que empezó a dar la murga a los celtíberos, que hasta entonces eran felices comiendo perdices con vino de Borja, cerveza fresquita o hidromiel del booooosque... anda ya les vale.
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domingo, 25 de mayo de 2014

Los celtíberos y el mundo celta



Los celtíberos

 

Aglutinan al conjunto de pueblos de origen o influencia celta que vivieron en la meseta castellana y el valle del Ebro desde aproximadamente el siglo VI A. Cristo hasta el Siglo II de nuestra era, en la que empiezan a ser considerados pueblos hispanorromanos con influencia celta.
A pesar de que su lengua y culturas originales desaparecieron, otras posteriores se sienten herederas de ellos por lo que cuando se habla de lo celta en España y Portugal hay que explicar a qué nos referimos.
 
 
 
Celtas y celtíberos e indicios
 
En este blog se va a hablar de tres temas: lo definido como celtíbero que corresponde a los pueblos de la zona descrita. Luego se tratan los pueblos celtas de la península en general para centrarme en una zona ubicada al norte de los Pirineos españoles, donde parece ser que hubo tribus celtas. A pesar de presentar toponimia reconocida por historiadores (el pueblo de Mediano ) su presencia es ignorada en los mapas. Estos pueblos no podrían denominarse celtíberos sino celtas, y como parece  que provenían del sur francés, también podrían denominarse galos e incluso belgas, dadas sus raíces.
Por fin, un tercer objetivo de este blog es recopilar indicios celtas de edificios e iglesias románicas, costumbres, culturas, relatos, etc. Es una labor que también se está emprendiendo por algunos historiadores y arqueólogos.   
 
 
¿Por qué me interesa lo celta y lo celtíbero?
 
Porque he tenido que documentarme sobre ellos y lo que he encontrado me ha parecido  fascinante y me apetecía compartirlo.
 
 
 
¿Fascinante una tribu prerromana?
 
Pues sí, porque cuando encuentras que el atuendo de un supuesto  oficiante de una ceremonia religiosa en Numancia consta de un gorro cónico semejante al que llevaba el mago Merlín, te llegas a preguntar si realmente los celtas en España han tenido más influencia que la que les admitimos.
La polémica sobre las aportaciones celtas y celtiberas está instaurada en los mismos arqueólogos e historiadores que los estudian. Por ejemplo, se sabe que disponían de ganado y pastos pero no se han encontrado pruebas que demuestren que practicaban una trashumancia extensa,  me refiero de región a región. Y eso que se constata que muchas cabañeras y cañadas las abrieron ellos.
 
 
 
 
 
¿Cómo se empezaron a investigar los celtas en España?
 
Con mucha pasión y poco oficio, lo que explica que muchos fondos de museos de hoy día estén mal catalogados y tan manipulados que impide futuros hallazgos. Además disponemos de inmensos yacimientos apenas estudiados e interpretaciones muy difundidas a pesar de carecer de evidencia científica. Por ejemplo, los famosos sacrificios humanos celtas no están probados en la arqueología española…aunque tampoco descartados.  
 
 
 
Entonces…¿cómo se indaga hoy día sobre los celtas?
 
Ya se ha superado la época en la que si se encontraba una tumba con una espada se aseguraba que pertenecía a un rey y si tenía un torque, un tipo de collar, era una princesa celta. Este planteamiento se fue al garete cuando se pudo identificar a los esqueletos y esqueletas. Entonces los “arqueólogos” se encontraron con enterramientos de hombres que llevaban collares...
¿Evidencia arqueológica de los primeros gays?..o ¿es que los hombres celtas llevaban collares? Esta vez se inclinaron por lo segundo, a lo mejor asustados de que fuera lo primero. El caso es que tuvieron que reconocer que su interpretación distaba de ser objetiva. Conste que parece ser que la sociedad celta veía la homosexualidad con mucha naturalidad, así que tiempo al tiempo en lo referente a la tumba del rey gay…
 
 
 
 
En serio ¿cómo se investiga ahora en la península lo celta y lo celtibero?
 
Contando con tres peculiaridades. En primer lugar la escasez de fondos y reconocimiento, que hacen que se avance a paso de tortuga. Además con situaciones incomprensibles como que en la cuna de la escritura celtíbera no exista la especialidad de...escritura celtíbera. Ya no me refiero a la Universidad de Zaragoza  sino al resto...nada, en todo el territorio español y portugués nastis de pastis de escritura celtíbera...
Esto quizás se comprende si hablamos del segundo rasgo que influye en la investigación de lo celta, las problemas de las universidades españolas, necesitadas de reformas. Eso implica que no exista, por ejemplo, una planificación nacional de excavaciones que se sabe que tienen mucho que aportar; o la prepotencia de  ideologías nacionalistas, religiosas y prejuicios que impiden el desarrollo de metodologías que llevan tiempo en el resto de universidades europeas, por no hablar del dedismo  y encoframiento del profesorado universitario, que impiden cambios de políticas que priorizan unos departamentos sobre otros (es mas molón un pergamino romano que cuatro rayotes celtiberos) y sobre todo perpetúan hábitos de trabajo antiguos, de esos de época celtíbera...
En tercer lugar y a pesar de lo dicho, a la historia y la arqueología se han incorporado disciplinas como la arqueoastronomía (que ubica los yacimientos con los astros y el sol), el análisis de las caquitas y cenizas de hogares  (averiguan lo que comían), análisis de las semillas y deducción de la vegetación de la época (más información sobre sus costumbres alimenticias e incluso modos de vida) , deducción por datación histórica del tiempo que hacia (si nevaba mucho, etc)
La combinación de todos estos elementos permiten que la excavación revele mucho más ahora que hace unos años, lo cual también encarece su coste y la hace más dificultosa. No todos los impedimentos a la investigación de lo celta son intrínsecos a las universidades españolas, los hay también extrínsecos.
 
 

 
 

 
 
Así que a pesar de esta dificultades ¿qué se ha averiguado de lo que empezó como una afición?
 

Lo cierto es que habido avances impresionantes, limitados pero apasionantes. Por ejemplo en la lectura de la escritura celtíbera se han incorporado filólogos que con ayuda de lenguas celtas  que aun se conservan (irlandés, galés, etc) han traducido textos. Después otros los han interpretado y añadido elementos religiosos, sociales, políticos que contextualizan lo descrito y lo enriquecen sobremanera.
Estos trabajos permiten afirmar que los celtiberos eran muy bien considerados por sus vecinos celtas, íberos, vascones, griegos, púnicos… Por eso algunos historiadores creen que si tuviera que haber indicios de druidas en la península, debería ser en estas tribus, que parecían tener reservado ese papel.
Así que antes de la llegada de los invasores cartagineses y romanos,  los celtiberos disponían de ciudades, pueblos, castros, torres, santuarios sagrados, minas, bodegas, lagares, herrerías, tiendas, pozos, caminos. Además practicaban oficios y trabajos que han podido dejarnos no sólo sus objetos materiales sino los inmateriales: distribución de cultivos, organización de tierras comunales, gobierno de aldeas..todo esto se está discutiendo e interpretando desde lo datado en su origen.
 
 
 Entonces… ¿de donde se piensa que se originaron?
 

Aún no hay acuerdo de si los pueblos celtas vinieron de una zona euroasiática (cuna indoeuropea ) o era una cultura que tuvo varios centros neurálgicos desde la Edad del Hierro y terminó difundiéndose (lo más pausible).  Es evidente que en la Antigüedad hubo corrientes de influencias pero sus recorridos no son claros, hay muchos huecos en los mapas: vías de comercio e intercambio, invasiones, guerras, migraciones, enlaces matrimoniales, acuerdos tribales, ceremonias, encuentros, persecuciones, huidas, desastres naturales…
 
 
 
 

¿Hasta dónde se extendieron los celtas ?¿Y los celtíberos?

 

Ya se ha dicho que  los pueblos celtas alcanzaron gran parte de Europa y Asia. Los celtíberos es un concepto arqueológico por lo que compartieron espacio con sus colegas de todos lados, ya que ellos, más o menos, estaban por el centro de España. Ah, no hay que olvidar que posiblemente se reconocían a sí mismos por el nombre de su tribu.
 
 
 
 
¿Qué es lo que podemos contar de estos celtíberos?
 
Lo que se va a ir relatando en este  blog, que espero que les haga justicia y contribuya a su reconocimiento. A pesar de mis críticas debo decir que las universidades españolas y portuguesas forman parte de mis fuentes. Les estoy agradecida y espero realizar la labor de traducción de sus documentos de forma rigurosa, amena y porqué no...divertida.
Mola lo del gorro de Merlín en Numancia ¿no?
 
 
 
 

martes, 17 de enero de 2012

Feliz 2012

Una ascensión por un dorado bosque de hayas del País Vasco...


...es un punto de partida genial para inspirarse en el Belén de este año...




...y así desde lo alto de estas praderas, como humildes pastorcillos...

desear a todo el mundo que a pesar de los collados, ascensiones y dificultades...
 




...este Año  Nuevo encuentre pradericas llenas de ilusión, proyectos...
                                                                                                         
  
    




...y blancas esperanzas cumplidas...¡Feliz 2012!


domingo, 3 de julio de 2011

Rutas por el Reino de los Mallos

   Tenemos suerte de vivir en una provincia privilegiada por su paisaje y si además hay tiempo para  "expediciones", ya entramos en la fortuna. Así que estas fotos son resultado de una quedada de "finde" en el que la compañía fue lo mejor y... luego las anécdotas,  los paisajes...
 
 


   Parece mentira que aún podamos contemplar ríos salvajes y escénicos (o pintorescos, según cómo se quiera traducir)  en la península ibérica..son sólo tramitos, ya que a excepción del Ara no hay ninguno del norte español que no padezca una presa o desvío hidroeléctrico . Pero pero no por ello estos pedacitos de vida  fluvial son menos bonitos e interesantes.




   La salida consistía en una circular por la W doble u Osqueta, ruta bien señalada desde el pueblo de Billalangua/Villalangua. Luego, una vez alcanzada la susodicha W doble a poquito de descender, nos desviámos del camino señalado a Agüero para coger la pista hasta cerca de la ermita y luego la senda que baja al barranco, lo cruza y te deja en la parte de atrás de Agúero, pudiendo contemplar sus mallos por detrás.




    Después, visita la la catedral de Agüero que síiii, que no es catedral pero oye, lo iba a ser. Un cariñoso recuerdo para la reina Berta (eso es gobernar y lo demás pamplinas) y luego cena al refugio.

   Al día siguiente andada desde Riglos a ídem dando la vuelta por la Foz de Escaletes y el PR al pueblo. Un paseillo algo rompepiernas por el sube y baja aunque sin apenas desnivel (alturas 70-100 metros).   
    
 


    Pasamos calor por salir tarde (habra que hacer campaña por el madrugueo) pero valió la pena la socarrada de la hora que "nos sobró" para llegar a Riglos pueblo.




   Menos mal que nos repusimos en la fresca terracita del restaurante de Murillo de Gállego.
   Los dos días dormimos en el nuevo refugio de la Federación Aragonesa de Montaña, que compensa su comida (pasable en cuanto a variedad) por la amabilidad y entrega de sus guardas, que hacen que sólo por ello quieras repetir, aparte de que los alojamientos son nuevecitos, de poquica gente y con baño en la habitación...!!!
...un lujazo.
  
   Por fin, parada para comprar tortas de Ayerbe y recopilación de fotos de las que cuelgo unas pocas.
  
   ¡A disfrutar!

lunes, 6 de junio de 2011

Feria del Libro Aragonés de Monzón 2010

   Y por fin llegó el gran día, la Feria del Libro Aragonés de Monzón.
   Muchos años de encuentro en un puente, que no de río sino de Constitución.
   ¡No podía faltar la Cronista de la Mar Fluvial!
   La experiencia resultó gratificante, edificadora y edificante.
   Gratificante porque pudimos apreciar el esfuerzo de los organizadores, público y editoriales para emprender una actividad cultural en época de vacas flacas.
   Edificadora porque hubo venta de libros, adaptación a nuestro modesto comienzo como escritores (un stand que te vendía los libros autoeditados) y alegría a la hora de ir firmando volúmenes.


   Edificante porque hubo animada convivencia con el público, escritores y editores, todos empeñados en una épica batalla contra el gigante de la crisis que, molino parecía.

   También tuvieron lugar charradetas interesantes como la entablada con Angel Gari, nuestro especialista altoaragonés en brujería o Chorche Paniello, artífice de la colección de pegatinas más impresionante del territorio.
    El momento más curioso resultó ser aquel en el que un político de los años ochenta se me disculpó por sus intervenciones en el valle del Ara, aludiendo que Iberduero "les tenía engañados".   "Ojalá"-pensaba yo-"en un presente y futuro cercanos no tenga que acercarseme otro político para explicarme porqué se endeuda de nuevo con esta parte de la ciudadanía que es la gente de los ríos".


          El caso es que tenía la suerte de estar en la embarcación correcta, navegando a cubierto en la mojada Feria de Monzón, lluvia que ya sabemos que es sino de toda iniciativa vinculada a la Nueva Cultura del Agua y por tanto, hasta es bien recibida.   Y así también supe de la emergente Noemí Baneem, cuya poesía intimista cautivó a literatos, lectores y raperos, compartí mesa con Silvano Gil y sus personajes de la saga infantil y contemplé la dialéctica entablada con Chesus Yuste, que sólo miraba al bosque y claro, ese fue su error.
       De esta manera las riberas del Sosa fueron testigo de la presentación de la Crónica de la gente de los ríos, que obligada a cumplir un tiempo para mí excesivo, reseño en el texto anterior para no sobrecargar al seguidor de estas cuitas fluviales.


      Una escapada al Belén fue un aliño más a esta condimentada Feria del Libro Aragonés del 2010 que buen sabor de boca dejó a todo el mundo. Enhorabuena a sus organizadores y en especial, a las gentes de Monzón

    martes, 24 de mayo de 2011

    Feria del Libro Aragonés de Monzón-intervención

    Presentación Feria de Monzón

    Buenos días

    Debo decir que me siento privilegiada por presentar la Crónica de la Gente de los Ríos en esta Feria del Libro de Monzón, encuentro al que he tenido la suerte de acudir como lectora y esta vez, como escritora, ya que este año debuto con esta obra.
    ¿Qué fue lo que me empujó a escribirla?
    Pues las ganas de contar un pasado muy reciente, que abarca del siglo XVII hasta 1950 y narra lo acontecido a orillas de los ríos aragoneses, españoles y del mundo.
    ¿Y por qué se me ocurrió?
    Porque después de disolverse una entidad ciudadana a la que pertenecía, la Asociación Río Ara, que trabajaba por la promoción de dicho río y consiguió el descarte del embalse de Jánovas, me dio pena perder la información que se había recopilado.
    Así que decidí ampliarla emprendiendo una investigación independiente que me llevó varios años y por fin la presenté en formato de libro. Un relato novelado que además, dispone de setenta fotografías, muchas de principios de siglo, que corroboran lo narrado.
    ¿Cuál es, por tanto, el objetivo de este libro?
    Ofrecer, por fin, un marco histórico a las narraciones orales que abundan en nuestra provincia en las que nuestros padres o abuelos intentan explicarnos porqué tuvieron que dejar su pueblo o casa.
    Pero ojo, este libro también apoya al que ahora no quiere dejar su aldea u hogar, entendiendo que vivir a orillas de un río es un derecho de la misma categoría que vivir en una capital de provincia o de reino.
    Uy, si ya estoy hablando de reinos…y como no, en una Feria del Libro Aragonés.
    Porque creo que esta crónica, a la gentes ajena a estas historias, nos ayuda a recuperar esa dignidad que los aragoneses nos hemos ido dejando perder cuando decidimos creer que el desarrollo era un asunto en el que poco teníamos que decir o empezamos a pensar que nuestro futuro era mejor que otros lo escogieran por nosotros..
    Sí, yo creo que la Crónica de la gente de los ríos ayuda a recuperar autoestima porque desvela un pasado con intención de comprometerse con el presente y el futuro.
    Y es que en ese pretérito se aprecia que nuestro actual destino fue influenciado por intereses que se gestaron alrededor de las riquezas naturales de nuestros valles.
    Es cierto que parte del protagonismo de su explotación fue nuestra. De hecho el Regeneracionismo , los pantanos, la hidroelectricidad y el regadío fueron factor de riqueza y desarrollo en Aragón y aún tenemos en un panteón a su mayor representante, Joaquín Costa. Pero también es cierto que la emigración, la desidia política, las expropiaciones y compraventas mal llamadas amistosas, fueron el pan de cada día de amplias zonas de nuestro territorio, de tal forma que podemos constatar que la electricidad y gestión del agua también han ido acompañadas de sufrimiento humano, explotación obrera, destrucción rural, colonialismo y sustento de intereses lejanos. A veces de ciudades tan distantes como Madrid, Barcelona, París o Bilbao y otras de empresas tan ajenas como Catalana de Gas, Fuerzas Eléctricas de Cataluña, Endesa o la bilbaína Iberdrola, la antigua Iberduero.
    Por ello, leyendo este libro veremos cómo fueron unos vascos los que ampliaron la estación de tren de Barbastro o de qué forma un pequeñito valle pirenaico del Ésera daba luz a casi media Barcelona mientras Sabiñanigo inició su andadura industrial de manos galas.
    Es alguna de las historias que podemos encontrar en esta crónica, que de forma amena nos cuenta como en un momento éramos una especie de Amazonia pirenaica en la que la riqueza no era el caucho ni la madera exótica, sino el llamado oro blanco, la energía hidroeléctrica.
    En estos contextos de abundancia de ríos y codicias, amanecieron iniciativas relacionadas con canales de navegación y regadío que entendieron que traían tanto beneficio que jamás cuestionaron su proceder y tecnología, hoy altamente criticadas desde los derechos humanos, el patrimonio, medio ambiente y modernas soluciones como embalses intermedios y modernización de regadío.
    Pero en estos principios hay que decir que a estas iniciativas se sumaron capitales locales que por ejemplo hicieron posible la electrificación del Altoaragón con precios más populares que los de la ciudad condal, o inauguraron las harineras modernas del territorio protagonizando una importante actividad económica desde molinos, batanes, eléctricas, serrerías, minas, comercios, puentes y aldeas.
    Y así se puede contar cómo numerosos pueblos oscenses importaban piedras de moler de la fábrica más importante del mundo, la francesa de la Ferté, o una hidroeléctrica a orillas del Ara fue capaz de montar más de cien kilómetros de cable para dar luz a pueblos de la sierra de Guara y del mismo valle. Sí, este fue el molino de Boltaña.
    Entidades dirigidas por gentes que entendían la explotación de los ríos de un modo que hoy llamaríamos sostenible y por tanto nos pueden enseñar mucho, ya que la actual cultura y forma de gestionar el agua que emana de Confederaciones Hidrográficas, determinadas empresas de regantes e hidroeléctricas, padecen graves carencias.
    Un mundo tradicional que, hasta ahora, unos se empecinan en tachar de antiguo y artesanal y otros nos atrevemos a calificar de protoindustrial o e incluso a decir que era claramente industrial. Un mundo que quizás ha sido tan despreciado y olvidado porque pertenecía a una sociedad pequeña y modesta, la de nuestros abuelos y padres.
    Unas gentes no pobres pero si sencillas, no influyentes pero con gran fortaleza interior. Por eso, como su conocimiento del medio les permitía y permite siguen apostando por la vida de unos paisajes tan codiciados como hermosos, los protagonistas de este relato son ellas, la gente de los ríos. Personas que la Unesco dice que hacen río porque que tras miles de años de sabia y ordenada gestión disponen de una economía, medio de vida y cultura que merece nuestra atención.
    Y es que muchos de las retos del futuro están condensados en sus obras hidráulicas, bastantes en ruinas, otras reconstruidas, pero todas dignas de respeto y admiración. Así que este libro también habla de puentes, acequias, palancas, azudes, balnearios, nabatas, pesca y todo lo que se nos ocurra para relacionar mundo rural con economía y río.
    Y claro, si empezamos a hablar de dinero toparemos con la alianza del gran capitalismo con los fascismo europeos y su condensación en el Franquismo y la Democracia.
    Porque tras un golpe de Estado, una dura Guerra Civil y Posguerra con efectos sobre los ríos que también son narrados, como los trabajos de los prisioneros republicanos en el Añisclo, hoy Parque nacional; o la presión estatal sobre empresas como el batán de Lacort, a orillas del Ara, vemos cómo la hostilidad del gran capital se exarceba a partir de los años 50 con la excusa del bloqueo energético norteamericano.
    En esos tiempos la dictadura Franquista hacía los posibles por distanciarse de los fascismos recién derrotados, pero en su fondo seguía siendo un gobierno alejado de su ciudadanía y favorecedor de grandes empresas. Lobbies económicos que estimulan un nterés general que aún se atreven a decir que es nuestro y la crónica detalla en los valles para señalar verdaderas intenciones.
    De esta forma descubrimos los “modus operandi”, las formas de proceder que enmarcan las historias que nos han llegado por vía oral.
    Como esa de los vecinos de Mediano, que nos dicen que de un día para otro y sin avisarles llenaron de agua su pueblo y tuvieron que marchar corriendo, o la violencia personificada en un trabajador de Iberduero que patrullaba con armas por el valle del Ara y fue el que cerró la escuela de Jánovas.
    “Modus operandi” que se compartieron con otros territorios de España y Portugal y explican la impunidad que tuvieron ingenieros, empresarios y políticos dedicados a trabajar para que el fin justificara los medios.
    Un preceder que en nuestro territorio se agravó con las políticas forestales y de preservación de embalses, que entendían que el habitante de los bosques era un enemigo y explican el porqué tanto pueblo deshabitado. Una versión de la historia que pone un poquito en su sitio la dignidad de los habitantes rurales, que han de escuchar versiones de su desaparición bastante falseadas mientras la suya es ignorada y merece que le prestemos atención.
    Por eso este libro desea enmarcar en su justa medida lo acontecido. Lo hace mediante un relato basado en documentos reales que ha sorteado arcones secretos y averiguado el marco legal, histórico y real de la pequeña historia de estos territorios.
    Un libro que nos ayuda a comprender la evolución social de nuestra tierra y porqué algunos nuevos intentos de colonización son actualmente rechazados. Pero a pesar de constatar la diferencia de modelos de desarrollo que podemos aplicar en los ríos, la crónica desea encontrar puntos de encuentro.
    Y lo hace empujada por el ejemplo de las primeras víctimas de Confederaciones, Hidroeléctricas y Ministerio de Medio Ambiente, que a pesar de la dureza con que fueron tratadas supieron emigrar a otros puntos de la geografía española o francesa, adoptaron otros pedazos de país y con mayor generosidad vincularon a sus descendientes con un paisaje codiciado pero no por ello despreciable.
    Así que esta es otra intención de esta obra, acercarnos al aspecto humano de estos hechos, a lo que verdaderamente vivieron los vecinos.
    Por ejemplo el hostigamiento que sufrió el molino de Guaso, cerca de Aínsa, cuando se convirtió en enemigo por ser fuente de riego de la huerta de una zona condenada a morir. El relato de una resistencia que ya había sido protagonizada hacía años cuando uno de sus propietarios fue candidato a diputado por el Sobrarbe…
    A menudo los que nos acercamos a la historia del valle del Ara y el embalse de Jánovas decimos que es la punta de un iceberg en el que se manifiesta el abuso de poder del hidroeléctrico sobre el mundo rural, pero al mismo tiempo vemos cómo los vecinos de la zona reaccionan y por ejemplo los de Ligüerre de Ara consiguen levantar un puente que les une con la carretera y evita la desaparición de su aldea, hoy punta de lanza del turismo rural.
    Así que la crónica nos va contando la historia pequeña, la historia de una voluntad de creer en la vida, de una lucha de pequeños contra grandes que tenemos la suerte de que en el Ara, de momento, parece que están ganando los modestos.
    No siempre ha ocurrido así, ni en Barasona, ni en la La Peña, Yesa, Escales, El Grado, Mediano o bosques del Sobrepuerto o la Solana, pero su relato nos refleja la historia de personas sencillas, a veces familiares, otras no, pero en el fondo muy cercanas porque sus emociones, limitaciones y sentimientos son muy nuestros.
    Y ello es porque contrariamente a lo que se empeña la historia oficial, sobre todo eran y son ciudadanía, personas como nosotras con sus vidas, familias, trabajos y sentimientos. Emociones que fueron lo que me empujó a hacer su crónica, la de la gente de los ríos.
    Un paseo por lo fluvial que desea ser un punto de encuentro del pasado con el presente y el futuro y que espero que sepan disfrutar.
    Gracias por una atención y un río de saludos.