domingo, 12 de diciembre de 2010

Encuentro escritores dos vertientes pirenaicas-Arreau

Y por fin llegó el gran fin de semana.
El 18-19 Septiembre, protagonizando un milagro, como le dijimos al agradable mosén de Arreau, cruzamos el tunel cerrado de Bielsa con el fin de participar en las Jornadas de Artesanos y Artistas del libro organizadas por el Ayuntamiento de Arreau.


Tres escritores de la vertiente del sur estábamos invitados (el cierre del túnel pesaba). Severino Pallaruelo presentaba su libro "Tristes montes" en francés, el poeta Joaquín Sanchez Vallés su novela "El juglar de Languedoc" y yo la "Crónica de la gente de los ríos".



Por parte francesa se contaba con la presencia de Marcel Péres y su libro "Henri Rusell y sus cuevas", Cyril Renaillet con "La gran travesía de los Pirineos", Mayala Itoiz con "Enrique IV, rey de la paz", Jean Francois Soulet con su obra "las disidencias y resistencias pirenaicas" , Patrice de Bellefont con "El concepto del paisaje cultural" además de poetas como Jacquie Saint-Jean, Pierre el Maité Colin y Claude Brugeilles.


En los portales de la casas los expositores enseñaban su arte y saber hacer. A destacar una monjita que fabricaba libros con unas cuantas cuerdas y pieles, ilumineros (no sé si se dice así) que enseñaban escenas medievales y contemporaneas chapaditas en baños de oro y lapislazuli, una original papiroflexista que hacía esculturas de libros como alternativa de reciclaje y varios artesanos de planchas y tintas que imprimían textos con todo tipo de letra.


Un mundo lleno de paciencia, profesionalidad y cordialidad al que nos agregábamos con alegría los escritores, sabedores que somos el fin de un proceso en el que tanta importancia tiene el cosido de las tapas como el final del libro.

Por la noche una emotiva lectura de textos en la iglesia de Arreau dio paso a la del poema de nuestro poeta Joaquín Sanchez Vallés en el que el Somontano oscense era descrito con amor y acierto... en francés.
Además una exposición de affiches y carteles de publicidad de  los años veinte y treinta de los Pirineos y otra de fotografías en la que había autores españoles dejaba buen sabor de boca y el convencimiento de que estas montañas inspiran a muchas gentes y artes.


Tras los consabidos encuentros con autoridades y colegas franceses, en los que la polémica y debate tuvo su protagonismo, acudimos a una proyección de fotos de Lucien Briet en la que nos percatábamos de los cambios sucedidos en la cordillera en el último siglo (a destacar la devastación del valle del Ara, afortunadamente en vías de recuperación).

Y es que parte de los debates, aparte de la simpatica propuesta de Joaquín Sanchez en la que afirmaba qué hubiera pasado si la batalla de Muret la hubiera ganado el rey aragonés (y por tanto esa pàrte de Francia hubiera seguido dependiendo de la Corona aragonesa), circulaban alrededor de la vida del túnel de Bielsa, la introdución del oso, la sociedad que desaparecía...y la que surgía en su lugar con propuestas como la polémica línea transpirenaica, de interés en Arreau dado que allí tienen una terminal de ferrocarril.



Con el concejal Laurent, un excelente anfitrión

Severino Pallaruelo en sus relatos  dibujaba con acierto el fin de un mundo tradicional, la respercusión de la emigración y abandono de pueblos y aldeas aragoneses en su libro "Tristes montes" mientras la crónica señalaba los intereses políticos y económicos que habían imperado en estas épocas y su actual reivindicación, con idea de plasmar una evolucion del Pirineo que, afortunadamente, sigue hablando de vida y esperanza.



Entrañable el numeroso público que acudió a la librería de Arreau y chapeau por su propietario, uno de los ideólogos (que no organizador) del acto. Tienen que haber gentes así para que se lleven a cabo estos encuentros en los que además, contamos con el trabajo de a pie de Laurent y Ana. Así en esta charla de presentación de nuestros libros los oyentes, en una ambiente de complicidad cultural sin igual, no dudaban en traducir nuestras palabras cuando no acertábamos con el galo y nos hablaban de su vinculación con la Bolsa de Bielsa, el exilio y la actual España.

Gentes republicanas maltratadas por la historia a las que hacíamos un hueco en nuestros corazones porque, a pesar de las dificultades, comparten con nosotros el futuro de una cordillera en las que sus escritores tenemos mucho que contar de sus verdaderos protegonistas, las gentes de lugares como Arreau.