domingo, 20 de junio de 2010

Primera concesión del Ara en Jánovas

Comenzamos esta sección del blog (papeletes) aditando la primera concesión otorgada en el Ara a la altura de de Jánovas, además de cinco saltos más proyectados en los pueblos de Albella, Boltaña, Guaso, Aínsa y Sieste. Sale publicada en los años 20, en la recién nacida Dictadura de Primo de Rivera. Desde su principio alterna saltos con presas y entramados en un orden poco claro... quizás Aplicaciones Industriales, la empresa que ha obtenido la concesión, está más empeñada en especular que en el mismo proyecto...


Administración Central
Departamentos Ministeriales.
Dirección General de Obras Públicas
Aguas

Examinado el expediente incoado al objeto de obtener concesión de un aprovechamiento hidráulico del río Ara, en términos de Boltaña, Albella, Jánovas y Aínsa, instado por D. José Durán Ventosa, hoy Sociedad “Aplicaciones Industriales”:
Resultando que en cumplimiento de lo ordenado por la Dirección general en 14 de febrero de 1918, de acuerdo con el dictamen del Consejo de Obras públicas de 21 de Enero del mismo, ha presentado la Sociedad de referencia un proyecto nuevo, con arreglo a la prescripciones que la superioridad dictó en 14 de Julio de 196, confirmada en este particular la referida de 14 de febrero citada:
Resultando que la jefatura de Obras Públicas entiende que en el proyecto presentado han sido tenidos en cuenta las condiciones….
…Considerando …S.M. el rey (q D.g)…ha tenido a bien…otorgar la concesión a la Sociedad Anónima Ampliaciones  Industriales, domiciliada en Madrid, de un aprovechamiento hidráulico con destino a usos industriales del río Ara, en términos de Albella y Jánovas, Boltaña, Sieste, Guaso y Aínsa, con sujeción las siguientes condiciones:
1º El caudal concedido será de 5.000 litros por segundo, cuando el río los lleve y las obras se ejecutarán…el proyecto firmado en Zaragoza en 1º de Diciembre por el ingeniero de caminos D. Mariano Vicente.
2º El concesionario queda obligado a entregar los caudales que al Administración ordene…ejecutando en los plazos que se le marquen y por su cuneta y riesgo toda las obras de toma, establecimiento de módulos y canales o acequias necesarias para entregar y conducir hasta los abrevaderos o acequias de los usuarios cuyos derechos al disfrute del agua del río Ara en el tramo de río abarcado pro el aprovechamiento que se concede, reconozca en todo tiemo la Administración y en nombre de ésta el Gobierno Civil de la provincia de Huesca.
3º Una vez utilizadas las aguas en la casa de máquinas para la producción de fuerza motriz…deberán devolverse íntegras y en toda su pureza al río de donde se tomaron.
4º El plazo para dar comienzo las obras será de u n año, contado a partir de la fecha en que se publique… debiendo quedar terminado en el plazo máximo de seis años..
5º El concesionario deberá construir cada año por lo menos las obras correspondientes a la sexta parte de presupuesto de ejecución total…(…)
8º En garantía del cumplimiento de las presentes condiciones, el concesionario deberá, antes de empezar las obras, constituir u n depósito del 1 por 100 del presupuesto de la obras que afecten a terreno de dominio público, cuyo importe seá devuelto uan vez aprobada el acta de reconocimiento final.
9º Esta concesión se otorga por le plazo de sesenta y cinco años..
Al expirar el plazo de la conexión revertirán gratuitamente al estado y libre de cargas todos los elementos que constituyen el aprovechamiento, desde las obras de emulase, derivación o toma hasta el desagüe en el cauce público, comprendiendo la maquinaria productora de la energía y las obras, terrenos, edificios destinados al mismo aprovechamiento. Se incluirá también en la reversión gratuita todo cuanto se haya construido sobre terrenos de dominio público, cualquiera que sea su destino.
14ºIncurrirá esta concesión en caducidad por incumplimiento de cualquiera de etas condiciones de l concesión o alguno de los plazos marcados…
2º Hecho el otorgamiento de la concesión, deberá el señor Gobernador, al notificárselo a los opositores, ordenarles que en el plazo de seis meses, a partir de la fecha de notificación, presenten en el gobierno civil todos los documentos que prueben el derecho que les asiste al uso y aprovechamiento de la aguas del río Ara, en concordancia con la alegaciones que ha n producido en los escritos que se ha nunido al expediente…
Y habiendo aceptado el concesionario las precedentes condiciones, y remitido póliza de 100 pesetas, de acuerdo con lo que dispone la ley de Timbre, lo participo a V.S. para su conocimiento, el de los interesados y demás efectos, con publicación en el Boletín Oficial de esa provincia…
Dios guarde a V. S. muchos años
Madrid, 6 de Octubre de 1923
El Director general P. O. Valenciano
Señor Gobernador civil de la provincia de Huesca.

Concesión en el río Duero (Villalba)



Aguas


Examinado el expediente incoado a D. Joaquín Velasco Martín, pidiendo concesión de un aprovechamiento hidráulico del río Duero, en término municipal de Villalba de Duero (Burgos) con destino a la producción de energía eléctrica.

(…) Resultando que…durante los plazos dados al efecto, ningún proyecto en competencia fue presentado, ni reclamación alguna sobre el mismo obra en el expediente:

Resultando que es favorable al informe la División hidráulica del Duero:

(…)

S. M. ha tenido a bien otorgar a D. Joaquín Velasco Martín la concesión para derivar del río Duero un caudal de 3.000 litros por segundo en término municipal de Villalba de Duero, al objeto de su aprovechamiento en usos industriales con sujeción a las condiciones siguientes (…)

5º La concesión se otorga sin perjuicio a tercero, por el plazo de sesenta y cinco años, contados a partir del día siguiente al que se le comunique al interesado la aprobación por parte de la Dirección General de obra Públicas…

Transcurrido este plazo revertirán al Estado todas las obras, máquinas y demás elementos de la explotación.

6º La Administración se reserva el derecho de tomar de la concesión los volúmenes de agua necesarios para conservación de carreteras, por los medios y en los puntos que estime más conveniente, en forma que no perjudique a las obras ejecutadas por la concesión.


10º La falta de cumplimiento de cualquiera de las condiciones dará lugar a la caducidad de la concesión…


De Real Orden comunicada por el señor Ministro lo participo a V. S….

Madrid 30 Junio de 1922


El Director general Gálvez- Cañero


Señor Gobernador Civil de la provincia de Burgos

Concesión en el río Aragón (Villanúa)

Examinado el expediente incoado a instancia de D. Cristóbal Elaspe Molinero, así como el proyecto presentado para derivar del río Aragón 4.000 litros por segundo, en término municipal de Villanua, provincia de Huesca, para la producción de energía eléctrica.

Resultando que el expediente…el peticionario presenta autorización de los dueños de los terrenos que ha de ocupar con el canal y la casa de máquinas, así como la carta de pago del depósito del 1 por 100 de las obras a ejecutar en terrenos de dominio público…(….)

Que el caudal solicitado puede derivarse la mayor parte del año, menos en septiembre y principios de Octubre, y en los de esquiajes de invierno, correspondientes a las épocas de mayores fríos; que dada la pendiente del río y la grandísima inclinación de las laderas en el emplazamiento de la presa, es lo más probable que el remanso no perjudique a los predios colindantes…

Otorgamiento de la concesión con arreglo de las condiciones propuestas por la Jefatura de Obras Públicas, el Consejo Provincial de Fomento, la Comisión Provincial y el Gobernador Civil.

4º El concesionario queda obligado a ejecutar las obras necesarias, para que los aprovechamientos de aguas preexistentes, a los que pueda afectar esta concesión, tengan siempre, por lo que a ella respecta, e l caudal que tengan derecho. Así mismo habrá de ejecutar las obras necesarias para respetar todas las servidumbres, impuestas sobre los terrenos y cauce del río que se ocupen o atraviesen con las obras, tanto de paso, como de aguas, como de abrevado de ganado y demás que existan al otorgarse esta concesión, teniendo obligación de construir todas las obras necesarias para dejar con idéntico servicio, el que venía prestando la servidumbre cortada, atravesada o inutilizada con las obras de esta concesión.

6º El concesionario queda obligado a no alterar el régimen actual de la corriente de agua que aprovecha por esta concesión, en ninguna forma, medida ni tiempo, no pudiendo, por lo tanto, embalsar ni retener el agua bajo ningún pretexto y sí sólo derivar la cantidad otorgada por esta concesión, debiendo circular aquella continuamente, o la que traiga el río Aragón, si no llevaba aquella.

Y habiendo aceptado el concesionario las precedentes condiciones y remitido la póliza de 100 pesetas, de acuerdo con lo dispuesto por la ley del Timbre queda inutilizado en el expediente.

De orden del Sr. ministro, lo participo a V. s. para su conocimiento…

El director general Gálvez Cañero.
Señor Gobernador civil de la provincia de Huesca.

Concesión en la Pesquera (Gállego)



Río Gállego en mayencos (crecidas de la primavera)

Del arroyo Pesquera

Examinado el expediente incoado a instancia de D. Francisco Aguarod, pidiendo concesión de un aprovechamiento hidráulico derivado del arroyo Pesquera, en término de Sarsa-Marcuello, con destino a usos industriales…

Resultando que…durante el plazo dado para concurso de proyectos sólo fue presentado uno por el Sr. Aguarod.

Al cual se presentó reclamación, suscrita por D. Aniceto Bailo y D. Rafael Ascoso, pidiendo sean respetados en los derechos que dicen tener al riego de tierra, y a la construcción de los pasos necesarios sobre el canal para el servicio de personas y caballerías….resultando que la División Hidráulica del Ebro informa que el aprovechamiento solicitado no afecta al plan de obras hidráulicas aprobado…

Resultando que la Jefatura de Riegos del Altoaragón informa a los efectos de la ley de 7 de Enero de 1915 y Real Decreto de 14 de Marzo del mismo año, que puede accederse sin inconveniente alguno a la concesión; pero siendo interesante para las obras a su cargo conocer con la exactitud posible, la cuantía de la alteración del régimen de caudales del río Gállego que origina la construcción del aprovechamiento solicitado, propone que se incluyan entre las condiciones a imponer las que señala a los efectos indicados…(…)

Considerando que no es razonable imponer al peticionario las condiciones que propone la Jefatura de los Riegos del Altoaragón, en relación con el establecimiento de estaciones de aforos y publicación de los datos consiguientes, por ser esto función a llenar por la Administración; y que por otra parte, no es corriente imponer condiciones análogas…(…) no hay inconveniente en acceder a lo solicitado….con sujeción a las condiciones siguientes:

1º Se concede un caudal de 200 litros derivados del arroyo Pesquera, en término de Sarsa-Marcuello y las obras se ejecutarán con arreglo al proyecto presentado por el peticionario, con un salto total disponible de 88 metros…

2º En concesionario queda obligado a ejecutar las obras necesarias para que los aprovechamientos de agua existentes en la actualidad a los que puedan afectar el que se solicita y que estén legalizados tengan siempre el caudal de derecho fijado en el registro de aprovechamiento de la Jefatura de obras Públicas de la Provincia (…)

3º El concesionario no podrá en modo alguno alterar el régimen actual de la corriente de agua que aprovecha por esta concesión en igual forma, medida ni tiempo, no pudiendo, por lo tanto, embalsar las aguas y sí sólo derivarlas en la cantidad solicitada cuando el caudal del barranco sea superior al concedido, sin que, como ya se ha dicho, tenga derecho a reclamación alguna cuando aquel sea inferior a éste.

El concesionario dejara restablecido al finalizar las obras todas las servidumbres que hay actualmente para pasos y abrevaderos de ganado, así como queda obligado a dotar a los caminos que hay hoy día de los debidos pasos sobre el canal.

4º La fuerza que resulta del salto concedido se utilizará para las aplicaciones que en el proyecto de indican debiendo devolverse íntegro al barranco el volumen de agua derivada después de racionar las turbinas y estando las aguas en igual estado de pureza que cuando se derivaran.

5º La presa se emplazará en el lugar designado en el proyecto, o sea inmediatamente después de la confluencia de tres arroyos procedentes de manantiales que dan lugar al barranco de pesquera, o sea frente a la casa de Don Aniceto Bailo (situada en al margen derecha de dicho barranco); el eje de la presa coincide con dos líneas grabadas en las márgenes pintadas de rojo, y las cuales se hallan referidas a dos cruces separadas 8´320 metros (la del la margen izquierda), y al referido edificio (esquina norte de la fachada y jamba norte de la puerta principal, a 19´15 metros una de otra), la de la margen derecha.

Todas estas señales están pintadas de rojo, hallándose las cruces de la margen izquierda a la altura de al coronación de la presa.

El canal se desarrollará por la margen derecha del barranco de Pesquera, cruzando diversas fincas monte abajo, terrenos rocosos y un arroyo de relativa importancia, para cruzar el cual se proyecta un paso superior del canal según el dibujo que acompaña al proyecto.

La casa de máquinas se construirá en una pequeña finca situada al borde del barranco de la Pesquera y al fin de un acantilado.

6º Dentro de los primeros metros del canal de derivación se construirá un vertedero de dos metros de longitud mínima, el cual se calculará de un modo que vuelva al barranco toda el agua que exceda el volumen concedido.

7º Las obras comenzarán dentro del plazo máximo de un año…y deberán terminar en el plazo de un año… (…)

10 º Esta concesión se otorga sin perjuicio de tercero y a salvo del derecho de propiedad , por el plazo de sesenta y cinco años, contados a partir del comienzo de la explotación …transcurrido este plazo revertirán al Estado todas las obras, máquinas, líneas de transporte y demás elementos de explotación pertenecientes al concesionario.(…)

17º El incumplimiento de cualquiera de estas condiciones será causa suficiente para declarar la caducidad de al concesión.

Y habiendo aceptado el concesionario las precedentes condiciones y remitido póliza de 100 peseas, de acuerdo con lo dispuesto…

Participo a V. S. para su conocimiento…

Madrid 17 de Junio de 1922
El director general Gálvez- Cañero
Señor Gobernador Civil de la provincia de Huesca


     Cuenca del Gállego desde los Mallos de Riglos (Huesca)

Concesión en Anisclo


              Vista del Cañón de Añisclo (actual Parque Nacional de Ordesa) en Huesca


Un aprovechamiento del cañón de Añisclo y barranco de la Grallera

Resultando que la División Hidráulica del Ebro informa que el aprovechamiento de referencia puede afectar a servicios y planes del Estado a cargo de la División, sin concretar cuáles puedan ser y en su consecuencia propone que, en caso de otorgarse la concesión, se impongan las siguientes condiciones que menciona…)

Resultando que el Consejo provincial de Fomento propone adicionar a las condiciones fijadas por la División Hidráulica y Jefatura de Aguas Públicas las que indica, al objeto de que resulten beneficiados con la energía que se proyecta crear los usuarios que la utilicen en la provincia de Huesca:

Considerando que de afectar el aprovechamiento pedido a obras hidráulicas , contenidas en el Plan aprobado por real decreto de 25 de Abril de 1902, ha debido clara y concretamente hacerlo presente la División Hidráulica del Ebro, y en todo caso imponer al peticionario lo que al efecto establece el citado Real Decreto…

Considerando que nada hay ordenado al efecto de dar un trato de favor a los usuarios de la provincia con relación a los demás, como propone el Consejo provincial de Fomento,…

S.M. el rey (q D, G.), conformándose con lo propuesto por esta Dirección general, se ha servido a acceder a lo solicitado por D. Joaquín Lalaguna para aprovechar 1.800 litros del río Añisclo y 200 del barranco de la Grallera para usos industriales con sujeción a las siguientes condiciones:

1º Las obras se realizarán con arreglo al proyecto presentado y suscrito por el Ingeniero de Caminos don José Alonso, salvo en lo que éste quede modificado por las siguientes condiciones:

2º En el plazo de seis meses a partir de la fecha de de otorgarse la concesión el concesionario deberá presentar una ampliación del proyecto en que consten:

a) Los cálculos detallados de la tubería de la conducción formada y los planos correspondientes.

b) El plano y cálculo del aliviadero del origen del canal.

c) El plano de la casa de máquinas.

d) Las cubicaciones, cuadros de precios y valoración detallada de las obras en terreno de dominio público. Todo lo cual habrá de someterse a la aprobación de la jefatura de Aguas Públicas.

3º Las obras…deberán quedar terminadas en un plazo de cuatro años a partir de la misma fecha...

4º La presa se situará en donde dice el proyecto y su rasante será fijada por el Ingeniero Inspector de las obras…(…)

9º La Administración se reserva a tomar de la concesión los volúmenes de agua necesarios para conservación de carreteras por los medios y en los puntos que estime convenientes, en forma que no perjudique a las obras ejecutadas por la concesión.(…)

12º El incumplimiento de una cualquiera de estas condiciones entrañará la caducidad del concesión.

De orden del señor Ministro, lo digo a V. S. para su conocimiento, el del interesado y demás efectos, con publicación den el Boletín Oficial.

Madrid, 21 de Junio de 1922
El Director General, Gálvez-Cañero.
Señor Gobernador civil de la provincia de Huesca.

Detalle del fondo del canón del Añisclo cuyo río se llama de otra manera (el Bellós)

Tercera de Urrutia y criticas




Salto hidroléctrico de Lafortunada

Intervención del Senador por Huesca Urrutia, que aboga por la industria hidroeléctrica..."oscense". Sus colegas perciben con desagrado su "descarada" defensa de intereses y le hacen observaciones. "El agua no sube"-es una referencia a la rentabilidad de los saltos hidroeléctricos en el sentido de que el agua está allí, se coge "gratis".
El comentario de que "al Senado no se viene a defender sociedades", resulta claro...y el que dice
Urrutia debe resultar "pesadito" para sus compañeros y aunque ellos también defienden intereses económicos, la tosquedad del bilbaíno no gusta. Hay que añadir que también cae mal porque ciertos senadores no quieren aceptarlo como "igual" pero quizás porque resulta descarado.
Por fin, la carretera que comentan que "ha hecho"  es la que sube de L´Aínsa-Lainfortunada (Huesca), tramo que después el Estado le abonará para que pase a dominio público y se pueda utilizar por la ciudadanía.


Señores Senadores, he de demandar nuevamente indulgencia …peo me veo obligado a hablar de un problema el cual traté en la penúltima sesión que precedió al veraneo, o sea el día 28 de Junio. …(…)

Apunté entonces una serie de inconvenientes y últimamente llegué a uno de ellos, esencialísimo para el desenvolvimiento de la industria hidroeléctrica, cual era el último Real decreto dictado en 14 de Junio. Me perdonarán los señores senadores si insisto en esta cuestión, máxime en estos momentos en que está distraída nuestra atención por los grandes problemas que a la Nación preocupan, principalmente el provocado por la catástrofe de Marruecos, problema que ha de resolverse liquidando una cuenta de honor, y cuya liquidación espero que sea favorable.

Aunque parezca mentira, lo que voy a decir, me afirma en la idea de que para liquidar esta cuenta han de abrirse otras de orden económico, y que estas cuentas de orden económico sólo a costa de la riqueza nacional han de liquidarse. Por lo tanto, todo lo que sea actuar por parte del Gobierno, por la misma Cámara que me escucha, y por los particulares, en cuanto se pueda, para desarrollar la riqueza nacional, va en pro de las soluciones que han de alcanzarse, y si no se resolviera en ese sentido, nos esperan días amargos y muy tristes, porque las necesidades pueden ser tan grandes por parte del Estado, que llegaremos, si no se tiene una buena orientación, para buscar fuentes de riqueza, a una verdadera catástrofe, que sería muy mal pedestal para sobre él para hablar de cuestiones de honor, aunque fueran de orden nacional y afectaran a la vida de España. Creo, por consiguiente, que hablar de problemas de creación de riqueza nacional, es hablar de problemas que siempre son de actualidad, en esto momentos más que nunca, puesto que las necesidades son mayores que jamás fueron.

Y dicho esto, voy a hacer un paréntesis y en él una aclaración…(..)

-Urrutia afirma que el discurso pasado no tenía intervención política ni pretendía desprestigiar a los ministros de los ministerios que criticó.

…Y dicho esto, paso al objeto de mi discurso. Decía yo entonces que el referido Real decreto concerniente a las concesiones de saltos de agua, por virtud del cual se establece la caducidad de los mismos a los sesenta y cinco años, puesto que pasado ese tiempo revertirían al Estado; decía yo entonces, y digo hoy, que ésta era una medida perjudicial para el desenvolvimiento de la riqueza nacional, una medida que, en definitiva, cualquier financiero o industrial ha de encontrar que supone una carga para el capital que se invierta en esa industria, que necesariamente se habría de amortizar en tal tiempo, lo cual a todas luces perjudica el desenvolvimiento de la industria.

No he de discutir si las corrientes actuales en esa materia van en el sentido de que la concesiones reviertan al Estado en plazos más o menos cortos. Si digo que hasta ahora la ley ha sido libérrima y ha otorgado las concesiones a perpetuidad, y que el Real decreto está en contraposición con la ley, sin que entre en la discusión del aspecto legal de este punto, que corresponde a otras mentalidades. Y añado que no pueden tomarse determinaciones de tal trascendencia, reñidas con la ley de Aguas que nos rige, sabiendo, por lo poco que conozco estas materias jurídicas, que derogar una ley por medio de un Real decreto es un desatino. Yo como tal lo estimo, y creo que en general, se opina de la misma manera.

Creo además, que el propio Sr. Ministro que redactó el Real decreto, lo mismo que el que me honra escuchándome, el primero al redactarlo y el segundo hoy (haciendo honor a la firma de su amigo, y no sé si de su jefe) al aplicarlo, y siguiendo la orientaciones trazadas con su alta mentalidad, hará la rectificación del caso, y procederá en este asunto con justicia; de tal modo, que no se pongan obstáculos al desenvolvimiento de tal riqueza cuya representación voy a exponer en cifras hoy, por no repetir los conceptos que en el Diario de las Sesiones podrían ver los que me honrasen leyéndolos.

La industria eléctrica, dentro de la que distinguiré la hidroeléctrica, representa una riqueza en España que se acerca a los 2.000 millones (12millones de euros) ; pasa de los 1.800.

En estadística s recientemente hechas de la industria en general , y en las cuales esá comprendida ésta, tan vital para la Nación, constan cifras de otras industrias que, comparadas con las relativas a la de que me ocupo , son muy pequeñas, y aunque aquí se ha levantado la voz de sus respectivas representaciones afirmando que se trataba de industrias trascendentalísimas, sin embargo no tiene en la economía nacional, como le ocurre por ejemplo, a la industria minera, sino una representación que equivale al tercio de la industria eléctrica.

Pues bien, dentro de esta industria eléctrica, la hidroeléctrica representa más de los dos tercios, es decir, unos 1.200 millones de pesetas, de los cuales, triste es confesarlo, una buena parte, quizá la mitad, están representados por elemento extranjero. Yo creo que esto es un mal muy grande, al que convendría poner inmediato remedio, si es que este cabe, porque sería muy triste en que, por azares de la vida, se encontrara España en querella con cualquiera de la naciones de las que son ciudadanos los representantes de esa riqueza, y nos halláramos, si no intervenidos, discutidos respecto a la posesión de una industria que afecta a tantas otras de España, sobre todo en la región catalana, que es donde principalmente existe esta situación.

Y siendo así la industria de que estoy hablando un Real decreto como este a que me estoy refiriendo, tiene que producir los naturales efectos de ahuyentar a los capitalistas y a los industriales, porque no es lo mismo una concesión a perpetuidad que la fijación de un plazo determinado. Si el Gobierno español cree que debe seguir este criterio, que lo siga; pero meditando mucho, procurando soluciones que eviten ese mal y que no pongan a esta industria en situación difícil. Y dicho esto paso a otro aspecto del asunto.

La industria hidroeléctrica que es la que tiene, como he dicho, características más nacionales y trascendentales y en la cual pueden fundarse esperanzas como en ninguna otra, se encuentra hoy para su desenvolvimiento con grandes dificultades, y entre ellas he de señalar una que no es conocida del público pero que tiene gran importancia, y es que la situación de la riqueza hidroeléctrica española en su aspecto hidráulico, está situada en parajes tan remotos, tan separados de vías de comunicación, que para llegar a esos centros de riqueza es preciso empezar por realizar sacrificios de tal cuantía, que muchas veces imposibilitan la ejecución de proyectos que serían de una gran trascendencia nacional. Me refiero a la falta de vías de comunicación, no digo de ferrocarriles, sino de carreteras. Yo mismo, no hace mucho tiempo, he tenido necesidad de construir sesenta y tantos kilómetros de carretera para llegar a un salto, ejecutar la correspondiente obra y desenvolver el proyecto.

Y esto resulta costosísimo, ya que las carreteras han de hacerse con arreglo a los proyectos aprobados pro la Administración, incluso después de haber si do subastados. Pues bien, éste es el momento en que esos sacrificios todavía no han obtenido la menor recompensa, muchas veces se ha formulado la demanda ante el Ministerio de Fomento, siempre se ha reconocido la razón, pero nunca se le ha atendido. Yo solicito de su señoría que estudie esta trasdencentalísima cuestión porque importa mucho a la industria y creo que merece que S. S. la de solución adecuada.

Consecuencia de todo lo expuesto en mi discurso anterior, consecuencia de lo que ayer tuve el honor de exponer al Sr. Ministro de Fomento, al cual he de dar las gracias por la amabilidad con que acogió mis indicaciones; consecuencia del sinnúmero de resoluciones que perjudican, de manera sensible, al desarrollo de la industria hidroeléctrica, es que se necesita hoy una legislación mucho más perfecta que la embrionaria que rige para todo el desenvolvimiento de esa riqueza. Hay en ella defectos por omisión, hay en ella defectos por acción no bien reglamentada, por actuaciones administrativas que, en definitiva, han venido a constituir una corruptela de la interpretación verdad de la ley.

Hay además, que estudiar los medios de fomentar esta riqueza en forma tal que las iniciativas particulares produzcan el máximo fruto, ya que las actuaciones oficiales, en el aspecto económico, no son hoy muy de esperar, dado el sacrificio que otras necesidades más perentorias exigen a la Nación.

Por tanto, habiendo como ha habido, varios intentos de presentación a las Cámaras de un nuevo proyecto de ley de Aguas, habiendo redactado alguno de ellas, y creo que presentado en esta Cámara, habiendo redactado el anterior Ministro de Fomento otro proyecto de ley, creo que en el ánimo del actual esté también la idea de que el asunto no puede permitir grandes dilaciones, que es necesario ocuparse de él, sino rápidamente , sin perder tiempo por lo menos, no dejándolo de la mano, a fin de presentar a las Cámaras un proyecto de ley que evite los abusos y corruptelas a que me refiero, sobre todo, el acaparamiento insensato de una riqueza de esta naturaleza, como ocurre con la ley actual, y más que todo, por su interpretación viciosa; y, en definitiva, ver de estudiar la forma, por lo que a las actuaciones del Estado se refiere, de remover esta riqueza en todo el alcance que ella tiene.

Entre ellas, he de decir que es el Estado mismo el que ha de preocuparse hondamente de la orientación del desenvolvimiento de esta riqueza, pues el Estado mismo el día de mañana, y no remoto, estará en situación de necesitar de ella para problemas nacionales, como es el de la tracción de ferrocarriles. Por lo tanto, este es otro aspecto por el cual es necesario y perentorio que el Ministro de Fomento, y todo el Gabinete, se preocupen de dar solución a este problema, trayendo a las Cámaras un proyecto de ley que se discuta serenamente , en el que se establezcan las normas para el desenvolvimiento de tan trascendental riqueza.

He de advertir al Sr. Ministro de Fomento y la Cámara que es preciso tener un esmerado cuidado en la redacción de ese proyecto, no dejándose llevar de lo que suelel ser moda, copiando procedimientos adoptados en el extranjero; porque el problema en España no tiene las mismas características que en otros países.

En primer lugar, en España el problema tiene el antecedente de la ley actual, ley libérrima, ley que no reconoce propietario alguno en el lecho del río y en sus aprovechamientos, en tanto en otros países las leyes referentes a los aprovechamientos hidroeléctricos respetaban o tenían en cuenta, por lo menos, de manera ostensible los derechos de los ribereños. Esto mismo ha llevado a soluciones en forma distinta a las que en España se han adoptado y a orientaciones que aquí no pueden servir de norma.

Así es que hay que ver el problema hidroeléctrico nacional en el aspecto propio español, y no en ningún otro. Y esto es tan cierto que estando en relación directa, en parte, el problema hidráulico en su primer aspecto con el problema de irrigación, de cuya importancia no tengo para qué hablar en esta Cámara para que sea reconocida, es esencialísimo que al legislar nuevamente se tenga en cuenta ese aspecto, con objeto de que sean resueltos problemas de conjunto, y no parcialmente, como ahora ocurre.

Hoy el problema de irrigación, ni poco ni mucho, ha preocupado a nadie en su aspecto hidroeléctrico, ni se pensó que en el problema hidroeléctrico pudiera haber una solución para el problema de irrigación y, sin embargo, es cierto; tan cierto, que lo sacrificios que puede y debe hacer el Estado para resolver el problema de irrigación tienen un aprovechamiento directo, inmediato, para la industria hidroeléctrica. De manera que como este problema no se ha presentado en otras naciones sobre todo en las del Norte, puesto que allí no existe, el problema hidroeléctrico es propiamente español y debe resolverse con criterio exclusivamente español.

Voy hablar, aunque sea someramente, de algo que importa mucho en este aspecto del problema; de la nacionalización de la industria hidroeléctrica, que algo he apuntado antes de que pudiera tener relación con éste. La nacionalización de la industria hidroeléctrica, a ser posible, debe llevarse a cabo por los procedimientos más rápidos y eficaces; pero yo me pregunto y no sé que contestar realmente. ¿Es que la potencialidad económica riqueza nacional es de tal importancia que permite el prescindir de la cooperación de capitales extranjeros para su desenvolvimiento en lo futuro?¿Es que la riqueza nacional permite, además , resolver el problema de la nacionalización de la industrias que hoy están en manos extranjeras? Yo hago la pregunta, y mi deseo es el de una contestación afirmativa. Consideren todos el problema y expongan su opinión, singularmente el Sr. Ministro de Fomento.

Otro aspecto es el de la estatificación del problema hidroeléctrico. Desde el momento que he hablado de la necesidad que tiene la Nación de estar provista y prevista de la solución de su problema ferroviario en su aspecto de tracción, con la ventaja que esto supone, sobre todo para la economía de consumo de combustible, cosa tan importante en nuestro país, se ha de pensar hasta dónde debe llegar para cubrir y atender a tales necesidades, pero no ir más allá, porque sería tanto como llegar a un intervencionismo que pudiera perjudicar ostensiblemente el desenvolvimiento de la industria hidroeléctrica.

Este es otro aspecto que someto a consideración del Sr. Ministro de Fomento…(…)

Otro aspecto de la industria hidroeléctrica es el arancelario. Aquí se ha expuesto, por los señores representantes de otras industrias el problema desde su punto de vista; yo no lo discuto siquiera. He visto una orientación marcadamente proteccionista, que comprendo y en este momento comparto. En la Comisión de protección a la industria nacional, de la cual es presidente el que tan honrosamente preside también esta Cámara, he mantenido este mismo principio, pero allí mismo he formulado una moción, de la cual no haré aquí más que una mención ligera, diciendo que en España se debe procurar, por todos los medios, el establecimiento de la fabricación de material eléctrico en todos sus aspectos y alcances y en cuanto permitan el mercado nacional y las posibilidades del mercado extranjero.

Positivamente, aunque no muy importantes, hay algunas industria de esta naturaleza. La misma industria hidroeléctrica, la que tiene representación nacional, se ha unido para resolver este problema, comprendiendo, como ha comprendido, por la triste experiencia de la guerra, que no se puede vivir siempre a merced del extranjero, pero esto tiene un límite, y el límite está en que no se puede ir en la fabricación más allá que de aquello que tiene una aplicación normal. Mas hay un aspecto en el orden del material, que es el de que España, que por sus condiciones especialísimas, por falta de mercado español, por falta incluso de capitales para emprender una empresa de fabricación de tanto alcance como para ello fuese necesario, al industria nacional, como digo, no ha podido ni puede abarcar el problema en toda su magnitud y, por lo tanto, yo pregunto al Gobierno y al Sr. Ministro de Fomento- y ya por adelantado , como impresión, puedo suponer que la respuesta ha de ser favorable- si vale la pena de establecer los derechos actuales, verdaderamente prohibitivos, para aquellos artículos (El Sr. Echevarría: Pido la palabra) de fabricación que no puede ser española. Y suplico al señor Echevarría que me siga escuchando, porque creo que así no hará uso de la palabra.

Para ello propongo un juez de tanta independencia, de tanta altura y quizás de tanta parcialidad en favor de las orientaciones proteccionistas como la misma Comisión de protección a la industria nacional, sin cuya opinión y sin cuyo voto no me atrevería yo a proponerlo, si bien tengo la seguridad de que en la misma Comisión ha de ser aceptado.

Estoy convencido de que hay fabricaciones que no son, por ahora, posibles en España y, por lo tanto, es inútil, es perjudicial, principalmente es perjudicialísimo para las mismas industrias, el establecer derechos del alcance de los actuales para aquellos artículos que positivamente como digo, a juico de quien no puede merecer el concepto de parcial mas que, acaso, en el sentido opuesto, son de fabricación imposible en España y de necesidad de aplicación en el país. De manera que yo no pido mas que eso, que no creo que es mucho, y que además, es justo, y por ser justo creo que se podría conseguir.

Y ahora me van a permitir el Senado y la Presidencia que entre en el último aspecto de mi discurso, refiriéndome a la situación especial de la industria hidroeléctrica, creada por la ley de Subsistencias. Singularmente hay una situación especialísima que ha producido más que todo una alarma, que es lo más grave , una alarma de ahuyentación de capitales para esta industria, y es la actuación que en Madrid mantiene la Autoridad gubernativa de una manera- no discuto la intención , que es indudablemente buena-a mi juicio mal orientada. Entiendo yo que por los conceptos de opinión general mal entendida son una rémora para soluciones justas y voy a demostrar que esas soluciones son justas y beneficiosas aun para los mismos que creen que se va en perjuicio de ellos con la protección a las industrias hidroeléctricas, que son aquellos a quienes ampara y protege con su actuación el Gobernador Civil.

En Madrid-cito singularmente el caso- se resolvió el problema eléctrico gracias al concurso en el mercado de entidades hidroeléctricas, que hicieron bajar el precio de la energía de 1, 20 y de una peseta a 60 céntimos ¿Qué ocurrió entonces? Pues que los capitales, viendo un buen empleo en esa industria, viendo que la industria era de un carácter general y que tenía aspecto de seguridad, estuvieron propicios para crear energía y transportarla a Madrid, y resolver el problema de los precios y gracias a eso Madrid tiene el precio que no tiene ninguna otra nación ni ninguna otra capital, pues es la que lo tiene más bajo ¿Qué importa al pueblo de Madrid, qué importa al público, qué importa a los industriales? Importa que el día de mañana, cuando la ley de Subsistencias no tenga eficacia, ya que tan tristes recuerdos tiene para el vecindario madrileño (El Sr. Marqués de la Hermida. Está para morir), cuando esa ley muera y la entierren, que buena falta hace, entonces todas las codicias estarán justificadas, todas las actuaciones estarán justificadas. ¿Por qué? Porque durante la guerra, habiendo sido la industria hidroeléctrica la que ha resuelto el problema de disponer de energía para que toda la industria pudiera vivir, de disponer de elementos para que hubiera alumbrado para que hubiera energía a domicilio, esa ha sido maltratada, ha sido cruelmente maltratada por todos los que ha interpretado la ley de Subsistencias.

(El Sr. Marqués de la Hermida: ¿Quién no ha sido maltratado por la ley de Subsistencias? )

Pero por lo menos ha habido momentos para otras industrias en que, por las circunstancias especiales determinadas con ocasión de la guerra, han podido realizar beneficios, aunque sean momentáneos; pero la industria hidroeléctrica no, y ha estado sumida a la ley de Subsistencias en uno solo de su aspectos, en el de persecución, nunca en el de protección. Ministros ha habido que me han dicho: “la industria que usted representa, por ser industria tasada, tiene asimismo los derechos de la tasa, y yo me comprometo solemnemente a que ustedes obtengan los beneficios de la tasa”.

Pues bien, todavía estoy por ver eso, todavía estoy por ver un Ministro con carácter suficiente para decir a los carboneros: “la industria hidroeléctrica , que está sujeta en su producción a la tasa, tendrá el carbón a este precio”.

Y vuelvo a mi argumento , y es que el pueblo de Madrid, a la industria de Madrid, a todos los consumidores de energía eléctrica en Madrid les interesa que esta industria hidroeléctrica siga siendo creadora, construya el mayor número de saltos posible, y tenga la mayor cantidad de energía disponible, que cuando ésta sea superior a la que e necesite para el consumo, ese hecho determinará, como consecuencia de la ley de la oferta y la demanda, la baja del precio. (El Sr. Prast: pero lo que no puede hacerse, es hacer responsable a la industria y al comercio de Madrid de las circunstancias a que han venido esas Sociedades por la competencia que tuvieron entre ellas, determinando una rebaja)

No he de recoger la alusión que me hace el Sr. Prats porque para hacerlo necesitaría pronunciar un discurso mucho más largo que el que estoy haciendo, pero yo le invito, si lo desea, a discutir el asunto, y me comprometo a convencer a S. aunque sea cosa difícil, pero me comprometo (El Sr. Marqués de la Hermida. El asunto es muy interesante)

Digo que lo que importa es que en Madrid disponga en abundancia grande de ese elemento esencial para la vida, que ello asegurará al pueblo de Madrid la posibilidad de tener energía eléctrica al precio que racionalmente deba tenerla. Pero yo pregunto:¿es que el precio actual es racional? Todas las cosas han subido, los artículos que el Sr. Prast tiene en su escaparate seguramente no tienen los precios del año 14 (Un Sr. senador: El agua no ha subido)

Treinta y siete mil toneladas de carbón que ha invertido la Sociedad que yo represento han subido, y han arruinado a la Sociedad, y la liquidación de beneficios de este ejercicio yo se la brindo al S. Senador que me ha interrumpido

(El Sr Prast: Eso es absolutamente cierto y sobre ello no cabe controversia- El Sr .Tormo: Y también lo es, que aquí no se representan Sociedades. Aquí se representa otra cosa)

Si esas Sociedades tienen hoy gastos como tres veces y media que los que tenían en el año 14, ¿cómo se puede pretender pagar hoy al mismo precio y con la misma moneda que en el año 14?

Yo pido algo que por ser justo nadie me ha discutido y, por no habérmelo discutido nadie tengo derecho a creer que me asiste la razón. Y sigo adelante.

Perdone la Cámara si tengo que hablar de cosas personales, pero ello es preciso. Yo, que regento dos Sociedades que, de las españolas, me atrevo a decir que son las que están a la cabeza, por lo menos en cuanto a capital que han invertido, yo que (perdonad la inmodestia , pero todo es necesario para argumentar) he procurado activar – no por el provecho que a mi me pudiera ello suponer, sino por creer que ello era fundamental para la nación española, y que al hacerlo cumplía del mejor modo mis deberes de ciudadano y español-procuré por todos los medios disponibles el desarrollo de esa industria, yo, que hasta la fecha llevo invertidos , en negocios directos e indirectos (no personales, desgraciadamente , porque tengo que vivir de mi trabajo), cerca de 400 millones de pesetas en esta industria, tengo derecho a pedir para ella justicia, y en nombre de la representación que ostento, en nombre de España, puesto que Senador español soy, pido que una industria de esa importancia , que ha podido obtener recursos de tanta trascendencia, siga desenvolviéndose.

Y yo digo además de esta industria, con más razón que respecto de ninguna otra, es la única que después de la guerra, después de pasada la época de las vacas gordas que han disfrutado otras industrias, ha tenido la valentía de ser creadora. Las mismas industrias consumidoras la agobian, la colocan en situación imposible, a tal extremo que con la misma clientela de consumo, en una de las Sociedades que yo conozco , se ha pasado, por ejemplo, de 20.000 kilowatios de carga instantánea en el año 1915 a 30.000 en la actualidad.

Y conste que no se ha tomado un solo cliente. Lo digo contestando al argumento de los que nos preguntan porque nos empeñamos en aumentar el número de nuestros clientes.

Es que se ha desenvuelto la riqueza de estas industrias a expensas de esta energía eléctrica, y ello ha determinado un consumo que no nos es posible alcanzar. Las consecuencias de esto se pueden apreciar en el triste espectáculo de las industrias hidroeléctricas de Madrid y otros sitios de España, que , contra su deseo y voluntad, no pueden dar el servicio que de ellas se solicita.

Estas industrias, en el lapso de tiempo transcurrido desde la guerra a nuestros días, llevan invertidos 120 millones y yo pregunto a los Sres. Senadores

¿Qué industria similar de España ha hecho un esfuerzo, un sacrificio de esta cuantía para su desenvolvimiento?

Eso demuestra sus condiciones de pujanza, su facultad de industria creadora de riqueza nacional, que tiene la mayor trascendencia para el país. Por lo tanto la actuación de esas Autoridades creyendo ser justas (porque no discuto las intenciones) están plenamente equivocadas (y el error sí he de combatirlo), está siendo funestísima para los intereses de la Nación y para los particulares de esta industria. Por lo tanto, espero que algún día harán justicia y reconocerán a cada cual aquello que por derecho le corresponda.

He de referirme también singularmente al caso del Ayuntamiento de esta villa y Corte. El Ayuntamiento sufrió al comienzo de la guerra las consecuencia de ésta, especialmente en la Fabrica del Gas, y tuvo una inspiración peregrina: incautarse de ella.

Después, no pudiendo desenvolver el negocio, no teniendo facultades para el desarrollo de negocios de carácter industrial, no se le ocurrió otra cosa que echar la carga sobre las industrias eléctricas e hidroeléctricas para que hicieran los suministros que el Ayuntamiento no podía hacer. Ello significó un colosal aumento de energía para el alumbrado, y por si esto fura poco, no se le ocurrió al alcalde mas que decir: “ Tú que no puedes , llévame a cuestas. Tú que estás recargado por todos los conceptos y no tienes nadie que te atienda, vas a poner ahora el servicio de alumbrado público y tendremos la Corte bien iluminada”. Recayó el servicio sobre las Compañías de electricidad, y hoy, todavía está por ver el beneficio que con ello obtienen.

Esta es la realidad que yo invito a comprobar a quien lo tenga por conveniente. Por lo tanto, pido que esta situación mejore, y lo pido con carácter general, dirigiéndome primero al Senado, luego al público y en último término al Sr. Ministro de Fomento, que en este problema que tiene una importancia trascendental que puede cortar en un momento dado todas las actuaciones industriales, que tanto importan al país, hay un aspecto que también debo señalar: las industrias hidroeléctricas están trabajando como ninguna otra, y precisamente , agobiadas por las circunstancias, queriendo resolver el problema rápidamente , en estos momentos las Compañías que tienen su domicilio en Madrid tienen ocupados 15.000 hombres. Me parece que es algo y que es un dato que demuestra el empeño que ponen en resolver un problema que estiman difícil.

Para terminar, diré que si se obstinan la Autoridades en mantener su criterio de persecución de estas industrias va a ocurrir un caso peregrino.

Yo represento a una industria a la que hoy no tiene cuenta alguna suministrar energía a Madrid. En otras poblaciones, Valencia, Alcoy, Alicante, Bilbao, Cartagena, Santander, etc. en las que yo tengo mayor o menos actuación bastó una sola indicación, bastó mostrar cuales eran las circunstancias, bastó indicar que habiendo cambiado éstas , era preciso cambiar también el sistema de contratación para que se obtuviera algún resultado. No es cosa famosa lo que se logró, pero sí bastante para abrigar esperanzas e un futuro más lisonjero, y la unidad de energía ha subido desde 60 a 65, a 75 y en algunos sitos hasta 80 céntimos.

Sucede que otras entidades han solicitado lo mismo y han obtenido del Ministerio de Fomento resolución favorable a sus pretensiones; y se da el caso, además, de que esta industria en un Barcelona, por ejemplo, que hoy por razón de la crisis industrial tiene exceso de energía hidroeléctrica, ha tenido satisfacción a una demanda, que fue justa, y se da el caso de que en Madrid no tenga satisfacción, dio y sostengo que si esta injusticia se mantiene, soy el primero que me comprometo a retirar toda la energía.

Es preciso que haya una rectificación de criterio, que el Sr. Ministro de Fomento, con la altura de concepto que le caracteriza, con su clara inteligencia, convencido como creo que está en el fondo, de la razón que asiste en definitiva , estudie la solución para la industria hidroeléctrica en general, porque me alarma lo de Madrid, pero me alarma poco, lo que me alarma como Senador y como español es que esto repercuta en entidades financieras que suministran recursos para esta industrias, porque iríamos a una catástrofe si se mantuvieran actitudes de esta naturaleza, por la trascendencia general, no por la trascendencia local, y por lo que supone que el Gobierno de la Nación, que es el que fomenta la riqueza, sea el que la dañe y la perjudique.

El Sr. PRESIDENTE:El Sr. Echevarría tiene la palabra.

El Sr. ECHEVARRÍA: Señores Senadores, pido indulgencia para que me escuchéis una observación que tengo que hacer, lo más brevemente posible, al elocuente discurso pronunciado por mi querido amigo D. Juan Urrutia, y aunque en apariencia resulte que he pedido la palabra en contra, no es así, porque únicamente hay un punto, entre los mucho que ha tocado con su gran inteligencia y práctica del desarrollo de la energía hidroeléctrica, con el cual no estoy de acuerdo.

Todo lo demás que ha dicho en los diversos aspectos, que no hay para que repetir, lo suscribo en absoluto sin ninguna atenuación, porque soy un devoto, un entusiasta del desarrollo de la energía hidroeléctrica en España, que es una de las fuentes de riqueza del porvenir; pero también soy un hombre que quiere ir rectamente en toda clase de principios y ente ellos en el industrial , sobre todo en estos momentos en que la marcha económica del país está elaborándose.

El viernes tuve el honor de tomar parte en la discusión …(…) para sostener el principio de que no se pueden admitir curvas. Combatí la idea de curvas y en este momento me encuentro con que mi querido amigo pide también una curva. Yo, apóstol ferviente del sostenimiento de la recta, a eso vengo, a oponerme a la excepción o curva.

No es que tenga importancia……el caso de una máquina grande que dice el señor Urrutia que no se construye ni se puede construir, cosa que nadie puede asegurar, porque los tiempos en que vivimos van cambiando las cosas de tal suerte que lo que hoy parece extraordinario e imposible , al cabo de poco tiempo resulta realizable.

¿Cómo el Sr. Urrutia puede decir que no se construirá nunca esa máquina grande, cuando tenemos en perspectiva el grandioso proyecto de 150 o más millones de los saltos del Duero? ¿No hemos visto recientemente instalaciones colosales , la Babcook y Wilcox y otras que no e s preciso citar, en establecimientos es grande escala que hace años se hubieran creído imposibles? Ruego , pues, al Sr. Urrutia que retire esa negativa.

Pero luego hay otra cosa. Si vamos a tratar seriamente de lo que son las instalaciones hidroeléctricas hemos de convenir que el factor de adeudo de la maquinaria grande o chica es un actividad relativamente pequeña comparándola con lo que cuestan en general los saltos de agua.

Ahora mismo la Hidroeléctrica Ibérica está haciendo unos gastos colosales para un salto de agua, al extremo que se ha visto en la necesidad-y precismente esta tarde lo refería el Sr. Urrtuia-de construir 75 kilómetros de caminos de carretera para poder abreviar la instalación que tiene entre manos. ¿Por qué dar tanta importancia al impuesto arancelario, para que hagamos una excepción en el caso único de que se trate de grandes maquinas? Esta expresión de grande es un tanto obscura, porque grande es una palabra bastante vaga. Hay un perro grande y un elefante chiquito que es mucho mayor que el perro grande a pesar de calificarsele de pequeño.

De suerte que yo tengo el miedo de que, si vamos admitiendo el principio de la curva, el Arancel que se estudie y que al cabo de dos años de trabajo se publique, no servirá para nada; será un trabajo perdido.

Es necesario, por encima de todo, favorecer a la industria eléctrica, al fuerzas eléctricas, con mucho amor y con mucha decisión y como una de esa cosas que el Estado ha de tomar preferentemente en consideración, y todo aquello que pueda estar dentro de las leyes, y aunque sea una carga para el Estado, debe concedérsele; pero al mismo tiempo, si estos hechos materiales transitorios, por importantes que sean, han de ser considerados y respetados, deben serlo mucho más los principios de economía sin curva de ninguna especie.

No ha combatido el Sr. Urrutia el librecambio ni mucho menos; se ha declarado proteccionista. Yo me declaro oportunista, y obedeciendo a ese principio económico, es por lo que entiendo que toda alteración de su régimen, todo lo que sea curva, debe ser desechado. (…) Esto es lo que tenía que decir.

…..

El Sr Ministro de FOMENTO(Maestre):

Señores Senadores, el Sr. Urrutia, mi querido amigo, a quien agradezco muchísimo las frases de afecto, que de otro modo no se pueden interpretar, que me ha dedicado, ha planteado esta tarde ante el Senado una cuestión interesantísima, tan interesante, que yo siento que su primer propósito de desarrollarla la semana próxima no se hay realizado, porque eso me hubiera permitido hacer un estudio especial sobre la materia, pero el Sr. Urrutia la ha planteado esta tarde y a mi me complace mucho poder discutir sobre ella. Aun cuando no pueda, como decía la tarde pasada sobre otro tema, ni en este asunto ni en ninguno, ofrecer una competencia especial.

Es innegable que estamos en un momento difícil en todas las economías del mundo, porque batallan y coaccionan, por decirlo así, a los Gobiernos, dos tendencias, que no son contrarias, pero que tienen tal violencia que no admiten las soluciones que podríamos llamar intermedias u oportunistas. De un lado, los estados se ven obligados a nacionalizar sus elementos de vida, esa es una tendencia que se puede decir que es universal y ha arraigado más después de la gran guerra, porque de ella se ha sacado una consecuencia práctica y es la de que el Estado deba bastarse a sí mismo, porque si no, esto supone en la vida de relación de los pueblo graves conflictos y muchos de ellos se han patentizado más ostensiblemente con motivo de la guerra europea.

Por otra parte, hay una tendencia que podríamos llamar social, que lleva a no tener tantos miramientos como antes se tenían con el interés privado, esa tendencia social es también universal y es creciente y tan poderosa que hace que muchas veces los Estados y los Gobienos se vean obligados a adoptar medidas que no encuadran bien dentro del concepto ya tradiconal del interés privado, y esto es lo que forzosamente tiene que ocurrir con motivo de la impornate cuestión que ha planteado el Sr. Urrutia.

Es innegable , es evidente, no creo que sea preciso insistir mucho en ello, que la riqueza eléctrica e hidroeléctrica de un país contribuye a su progreso y a su desarrollo de una manera tal, que podríamos decir, recordado la ley económica de la productibilidad creciente, que no hay nada más que la iguale, eso es evidente..(El Sr. Urrutia. Conformes) …y también lo es por otra parte, que en este período , en que los estados se encuentran sometidos a corrientes poderosas, pugnan por lo que venía siendo hasta ahora la norma de su conducta, y es evidente que el Estado tiene que ir haciendo tanteos, tiene que ir por sucesivas aspiraciones, procurando adaptar estas corrientes a la l legislación. Por eso vemos que el Estado se resiste ahora a legislar de un modo definitivo, aunque esto no quiere decir que se deba legislar de un modo fragmentario, porque eso puede perjudicar mucho a la solución de los problemas, que es preciso abarcar en todo su conjunto, para poderle dar solución adecuada; y esto es lo que pasa con las industrias hidroeléctricas, precisamente porque la nacionalización es una tendencia casi universal, precisamente porque el interés social predomina hoy sobre el interés privado, aun en aquellos Estados que tengan estructuras más conservadoras sobre los que pesan estos conflictos acerca de los cuales ha discurrido con su habitual competencia especializada en esta materias , el señor Urrutia.

Voy a ver si puedo dar una impresión muy rápida del concepto que me merece el fondo de la cuestión. Yo creo que, efectivamente ,el Relal decreto a que se ha referido S. S. que, por cierto , está sometido a una información copiosa que en estos días y en días pasados va llegando al Ministerio de Fomento, tendrá forzosamente que admitir alguna rectificación. En público y en privado el autor del decreto ya manifestó que no tenía en ello inconveniente, que no hacía de esto una cuestión cerrada. ¿Cómo podría hacerse? Eso sería , hasta cierto punto, empeñarse en darle unas proporciones a un problema nacional que no debe tener, porque no se trata de la opinión de un Ministro, sino de interpretar un estado de opinión en lo que se refiere a la aplicación que se ha de dar dentro de una industria a una legislación que ya está anticuada, porque convenimos todos en que la ley de Aguas realmente es anticuada, y no satisface las necesidades de la vida moderna; en que es preciso modificarla, pero en la cuantía y en la proporción y en el modo y en la oportunidad de la modificación es donde suelen recaer las discrepancias.

Sin ir más lejos, el Sr Urrutia esta tarde, discurriendo con gran acierto sobre la materia, quería buscar el enlace entre los problemas de irrigación y los hidroeléctricos; pues es una materia que asusta, y que, por afectar a intereses ya creados, algunos de ellos de siglos, tiene que tratarla el gobernante con gran miramiento, y que refiero con esto a la necesidad que el Sr. Urrutia, con gran acierto y conocimiento de la realidad, ofrecía al Senado, a la conveniencia pública eymodificar un poco las normas, por ejemplo, de obras públicas, haciendo que donde hay un salto, que es una riqueza que suele estar, como él mismo nos decía, en sitios difíciles, alejados de las comunicaciones actuales, allí llegue también la acción del Estado, y de eso hay una indicación en el proyecto de obras públicas que presento el Sr. Cambó, porque decía el Sr Cambó que el plan actual de carretera debía sufrir todas aquellas modificaciones que exigiera la realidad, y la realidad es que donde hay una mina , un salto de agua, una explotación que hacer, allí debe la acción del Estado; luego , él preconizaba que esas modificaciones deberían hacerse siempre con el auxiio de la Empresa que iba a disfrutar la utilización de aquel camino. Y no hablemos de la tracción eléctrica, de la aplicación de los ferrocarriles, que en ninguna parte, o por lo menos, en muchos países , puede tener tanta justificación como en el nuestro.

Todos estos temas, tan interesantes, expuestos por el Sr. Urrurita, invitan a la meditación , y yo desearía que hubiese bastantes elementos de juicio (que no los encuentro hasta ahora) para poder dar una orientación definida, para poder hacer afirmaciones concretas, aunque no creo que haya ningún gobernante que las pueda hacer en estos momentos , ni respecto de este vasto asunto, ni de ningún otro que tenga esta importancia.

Hablaba S. S. también de las dificultades de la ley de Subsistencias, de su mala aplicación. Yo reconozco que , efectivamente, se han origindo grandes perjuicios por la aplicación de la ley de Subsistencias; pero a mí me ha hecho siempre meditar el hecho de que en todos los países ha habido que apelar al mismo recurso extremo, y de todos los países llegan clamores respecto a las injusticias en su aplicación, porque en el período que hemos atravesado, en que muchos intereses, aguijoneados por una codicia ocasional, han respetado poco las leyes, no tiene nada de extraño que una ley que se inspira en una orientación sana, en su aplicación luego haya tenido estas deficiencias.

Yo creo que de este interesante debate podríamos sacar la consecuencia (y supongo que el Sr. Urrutia estará en eso de acuerdo conmigo) de que lo mismo en la utilización de esta riqueza que, en general, en la utilización de todas las riquezas nacionales, e debe ir a la nacionalización. Claro es que enseguida sale al paso el problema de nuestra potencialidad económica. Yo no sé hasta qué punto, si pudiera hacerse de este empeño una obra ordenada y regular, no nos bastaríamos a nosotros mismos; quizá no podríamos de momento y en poco tiempo acometer desde el punto e vista económico estos problemas; pero yo recuerdo la larga lista de emisiones hechas en estos últimos años, algunas de ella que iban, por decirlo así, a fecundar en aspectos de la riqueza que no son tan interesantes como éstos, y yo creo que el pueblo español podría bastarse a sí mismo, con tal de que pusiese un poco el orden en esas solicitudes al ahorro nacional, para que no se hiciesen nunca más aquellas que estuvieran suficientemente justificadas.

El Sr. Urrutia se ha quejado amargamente de la manera como las Autoridades tratan a la industria que él, con tanta competencia, dirige en la Corte y no sé si en alguna otra población. Este es un problema también muy difícil de abordar, porque entre otras cosas, muchas veces esta argumentación , que siempre tiene, cuando se expresa con la sinceridad que lo ha hecho el Sr. Urrutia ,e l camino ganado con el convencimiento del auditorio, estudiado el pro y el contra por la Autoridad o por el Gobierno, no suele estar tan definida ni tan clara como podría desearlo el Sr. Urrutia; como una duda que yo he tenido es estos tiempos en relación con este asunto, haciendo antes la afirmación de que creo que no hay derecho a que una industria trabaje en pérdida, a que una industria que tiene carácter público por lo menos no se costee, y yo podría decirle que alguna vez he oído hablar de la existencia de contratos, precisamente en relación con la industria hidroeléctrica en Madrid, a tan bajo precio, que no eran renumeradores, y que esos contratos a tan bajo precio no renumeradores representaban unas cargas, un perro muerto, que impedía a esta industria desenvolverse , situación que se gravaba porque, como decía muy bien el Sr. Urrutia, ella actualidad los precios ya no son renumeradores, ya trabajan en pérdida, además de las circunstancias de momento, que obligan a apelar a la anergía térmica, lo cual agrava aún más la situación y el conflicto; pero dejando esto a un lado, que no es más que aspectos, por decirlo así, casi parciales de una gran cuestion, yo puedo decirle al Sr. Urrutia que hasta donde pueda llegar mi esfuerzo llegará siempre mi deseo de dejar servido un interés nacional tan respetable como el que S. S. , tan dignamente representa, y creo, efectivamente, que si nosotros aplicásemos de una manera conveniente y adecuada nuestra potencialidad económica y nuestros recursos a la industria hidroeléctrica, seríamos un gran país. Pues qué ¿No sabe S. S. –todos lo sabemos- hasta qué punto nosotros , por ejemplo- en esto puedo discurrir un poco con algún conocimiento – tenemos criaderos importantes de minerales de hierro que si tuviéramos una fuerza hidroeléctrica barata podríamos tratar “in situ”, obteniendo los lingotes que, de otro modo, para producirlo, sería necesario seguir importando el cok inglés, lo cual supone un encarecimiento de la producción que nos impide luego ir a concurrir al mercado mundial?. Esto es evidente.

Como el Sr. Urrutia se ha ocupado de la cuestión de modo tan extenso, yo quisiera que mi contestación correspondiese a la extensión que él ha dado a su pregunta, pero creo que, aunque sea de una manera poco ordenada, yo me he referido-no diré contestado- a todos los aspectos que el señor Urrutia ha tratado. Sin embargo, no quiero concluir sin decir la impresión que a mí me produce que el Senado venga estos días ocupándose de cosas tan interesantes para el país. Como formo parte de una Cámara no puedo menos de decir cuánto me satisface que hagamos aquí esta labor, porque un día y otro , unas veces hablando el Sr. Dómine de abanderamiento con su reconocida competencia, otras S. S. refiriéndose como hoy a esta cuestión , otras el Sr. Arroyo, representante de la zona triguera, lo cierto es que desde que empezó sus sesiones el Senado, por aquí van desfilando, para merecer la atención de los Sres. Senadores y motivar las resoluciones de Gobierno que proceda, todos los grandes problemas nacionales que impresionan a España y que en realidad impresionan a todo el mundo.

No quiero deja de hablar sin referirme a las manifestaciones tan atinadas que ha hecho el señor Echevarría. Creo que, efectivamente, no estamos en tiempos en que nos podamos pronunciar como antes por el librecambio y por el proteccionismo, hay que ser oportunistas, hay que tener en cuenta todo lo que la realidad ofrece en cada momento, que no suele ser muy constante ni suele ser en ningún momento tan decisiva que pueda marcar una ruta que no admita confusión.

…El Sr. URRUTIA: Principalmente para agradecer al Sr. Ministro de Fomento los términos con que ha recogido mis indicaciones, lo cual bastaría para satisfacer mi amor propio, si lo tuviera, y sobre todo mi deseo como ciudadano español de que se atienda como es debido estos problemas, que vale la pena estudiar, porque tienen una importancia trascendental para los intereses de la Nación, puesto que muchos de ellos pueden ser salvadores. Me basta, pues, por hoy con lo que ha manifestado el Sr. Ministro, que no es poco, poque ello quiere decir que el problema ha creado ambiente en las esferas del Gobierno y que ya se piensa y medita en ello. Yo espero, pues, que, con la laboriosidad e inteligencia que caraccterizan a S. S. , recogiendo algunas de las cosas que antes he dicho, encuentre labor para proponer soluciones trascendentalísimas de carácter nacional que pueden venir a resolver en España cuestión tan interesante.

Me ha de permitir S.S. que insista de nuevo en el problema por lo que a Madrid singularmente se refiere. He dicho que la industria hidroeléctrica fuera de Madrid ha tenido una acogida favorable, y precisamente en la capital de España , que se caracteriza por un público que puede decirse de lujo, comparándole con los que pudiéramos llamar menestrales de otras poblaciones de nuestra Nación, se tiene la pretensión de pagar menos de lo justo y de tener un trato de excepción que no debe subsistir.

Me hago cargo de las quejas de S. S. respecto a que, incluso su propia opinión, la tiene que supeditar al estado de opinión general, pero a crear un estado de opinión distinto del actual se enderezaba mi propósito. A mi juicio, lo que os conviene a vosotros es colocaros en una postura de razón, digamoslo así, para que se resuelva el problema si puede ser de la manera que lo han resuelto en otras poblaciones de España. Me consta que a S. S. han llegado quejas de la excepción que constituye Madrid en industrias como la de Alcoy, que hoy, por mantener un servicio permanente en Madrid, está trabajando tres días por semana, cosa que encierra verdadera gravedad porque se trata de uan industria que afecta a la riqueza nacional, ya que allí se elaboran productos que nuestros soldados necesitan en Africa. A ese extremo se ha llegado en Alcoy y, sin embargo, en Madrid no se atiende a la razón.

Es de advertir que la industria eléctrica de Madrid ha dicho que todos los suminsitros que corresponden a las clases humildes con el sacrificio que sea, se mantendrán en la posición actual.El Sr. Mnistro de Fomento dijo algún día: “ ¿por qué no hacerlo más general?.La contestación fue inmediata. La Compañía no pretende sacar dinero del que no lo tiene, quiere favorecer a la clases humildes; pero tiene derecho a que las clases acomodadas, la industriay el comercio, que disfrutan de tantos beneficios, que no tiene por qué pedir misericordia, ni la piden, contribuyan de modo que haya un trato de equidad para todos y que así todos honestamente vivamos.

Dicho esto, y dándole las gracias al Sr. Ministro por el honor que me ha hecho contestándome como habéis oído, voy a contestar al señor Echevarría.Me perdonará S. S. que me haya dirigido primero al Sr Ministro y que ahora le diga a S.S. que ha querido ver un peligro para un principio que no se debe tocar. (El Sr. Echevarría. Pido la palabra)

Su señoría ha dicho que es oportunista, al oportunismo me atengo. Oportunismo es o que determina el Real decreto referente a los barcos, la curva que tanto preocupa a S. S. y al Sr. Dómine.(El S. Echevarria. Una curva de la que protesto)

Al Sr. Echevarría lo que creo que le importa mucho defender y por eso me parece haberle satisfecho, era que no se tocase un principio que él estima peligroso. Pero S.S. con su clarividencia, debe pensar que si se pide una cosa justa nadie tiene derecho a negarla, porque no hay razón para ello, y en estos momentos se trata de proteger algo que no existe y tardará en existir. No se trata de proteger aquella industria que ha hecho esfuerzos supremos creando una Sociedad para la construcción de materia eléctrico para resolver el problema, y aunque S. S. decía que la protección arancelaria es pequeña, todas las cosas tienen un límite y hoy los gastos de los saltos de agua son costosísimos, tres veces y media más que en el año 14.

Y los gastos de explotación son hoy, especialmente por lo que se refiere al personal, atendido por las Sociedades eléctricas como por nadie, el 250 por cien más que antes. (El señor Echevarría: ese es un argumento en mi favor).

Perdóneme S. S. pero esto supone quebranto para la industria y no se trata del respeto a un principio filosófico ni religioso sino puramente económico y circunstancial (El Sr. Echevarría: Muy respetable)

Muy respetable son los intereses de S. S. ,pero si no sale perjudicado el sacrosanto principio, no hay para que mantenerlo porque nadie le altera, máxime cuando he dado a S. S. la garantía de su propio criterio que puede sustentar en la Comisión de Proteccción de la Industria nacional, y creo que no hay garantía mayor para evitar exceso y habilidades, por lo cual suplico a S. S. que modifique su criterio y se atenga a una demanda que es racional y beneficiosa. No se trata de maquinaria en general, sino de algo que, a juicio de S. S., no puede construirse en España y, por consiguiente, gravarlo es estrujar al capital sin finalidad alguna.

El Sr. JUAN DOMINE: Pido la palbra para formula un ruego al Sr. Ministro de Fomento.

El Sr. PRESIDENTE: ¿No lo puede dejar S. S. para el Jueves? Tiene la palabra el Sr. Echevarría, y le suplico que no haya diálogo.

El Sr ECHEVARRÏA: Empezaré por decir que es sumamente peligroso, o casi imposible, plantear dónde empieza aquello que se construye y aquello que no se puede construir.

En lo económico es una de la bases proteger primero lo que se fabrica y después prepararse a proteger lo que no se fabrica, porque si hemos de estancarnos en la situación actual de la industria española, debemos desmayar y seremos poca cosa en este país. Nuestra mentalidad y nuestras iniciativas desaparecerían así, quedaríamos atrofiados, y eso no puede ser una buena doctrina económica.

El Sr. Urruta, mi amigo querido, me daba una argumentación perfecta para determinar aquello que impone que tal o cual cosa no tenga derecho de importación (El Sr. Urrutia: En cada caso)

Primero se quebranta la doctrina oportunista o, según S. S., la proteccionista, y en segundo lugar, nos ha demostrado los enormes gastos que suponen lod saltos de agua, y porque paguen una friolera relativamente de derechos de Aduana por las máquinas, ¿hemos de faltar a la seriedad del arancel? No, y como este principio yo le denominaba, tomando la expresión del señor Ministro de Hacienda “curva”, ahora, para no molestar a mi querido amigo el Sr. Dómine, lo llamaré “excepción”.

Siempre que me encuentro con que ese trata de acudir a estos procedimientos, yo, el último de los Senadores, pero fiel y constante en mi idea de ir siempre por el camino recto, me he de oponer. Y hubo otro punto que se escapa en este momento de mi memoria y como no lo recuerdo, aquí termino.

El Sr Presidente: Aparte de que constarán en el Diario de las sesiones las manifestaciones de S.S., la mesa las pondrá también en conocimiento del Gobierno. Urrutia insiste

El Sr. Presidente: Para ruegos y preguntas tiene la palabra el Sr. Urrutia.

El Sr. Urrutia: Señores Senadores, aunque el número sea muy escaso y la comunicación con el Senado sea, por tanto, muy relativa, espero que a través del Diario de Sesiones algunos señores senadores se enteren de todo lo que yo pueda decir ahora.

Uso la palabra porque en la tarde de ayer, estando ausente, fui aludido repetidas veces respecto de un problema muy vital y de la mayor actualidad. Este problema es el de la insuficiencia de la energía eléctrica para las necesidades de la Corte y otras poblaciones de España que se alimentan de ese primer medio de desenvolvimiento industrial y que están, como Madrid, en situación completamente precaria respecto a la energía de que pueden disponer.

Por de pronto he de empezar por recoger una interrupción que, en mi discurso anterior, me fue hecha, y que yo no oí: “Aquí no se representan Sociedades, se representa otra cosa”. Yo he de contestar a ese ilustre Senador que, no pudiendo vivir en el ambiente de arte supremo en que él vive, en el ambiente de gloria nacional y otras orientaciones de esa magnitud y trascendencia, vivo en otro ambiente, en el de la lucha por la vida, que tiene también una trascendencia grandísima y que es de un interés tan general como pueda serlo el interés del mismo arte, porque aunque, como acaba de decir muy bien el Sr. Senador que me ha precedido en el uso de la palabra, no sólo de pan vive el hombre, yo añado que esencialmente vive de pan, y los que nos ocupamos del pan del hombre creo que hacemos una labor social y nacional grande y entiendo que, si no es tan sublime nuestra misión en las sociedades actuales, es trascendentalísima.

Al hablar aquí el otro día, aunque tenía necesariamente que tratar de casos singulares en su relación con los intereses generales de la nación, no lo hacía, ni poco ni mucho, en el sentido de querer resolver problemas en su aspecto general, y por eso tuve buen cuidado de hablar en todo momento de la representación que ostento, como presidente de la Asociación de Entidades Productoras y Distribuidoras de Energía Eléctrica.

La importancia del asunto lo demuestra el que ha sido recogido ayer mismo por dos Sres. Senadores y el ambiente que hay fuera de esta Cámara, porque la prensa se ocupa todos los días del mismo. Este problema existe, desgraciadamente, sin solución perfecta por ahora; pero existe, como es consiguiente, en los encargados de resolverle la intención de hacerlo en el menor tiempo posible y con la mayor eficacia posible también. Por lo tanto, hay una relación directa, muy directa, entre el público y esas entidades, cuya relación quería la interrupción, por decirlo a, sino separar, por lo menos perla cierta tacha, para su intervención en este asunto.

Repito lo que dije aquel día, que es esencialísimo que el Ministerio en general, y el de Fomento en particular, se ocupen del problema hidroeléctrico nacional, que resuelto este, queda también resuelto el de necesidades tan esenciales como son el alumbrado y la industria, sobre todo la industria, en cuanto ella tiene de creadora de riqueza. Por tanto, insisto en este aspecto de la cuestión, y celebro que el Sr. Guillén Sol se refiriera, en el día de ayer, a manifestaciones mías, porque ello demuestra que tenían un valor positivo.

Dicho esto, voy a recoger una indicación que ayer se hizo por un Sr. Senador en un problema de carácter nacional, de trascendencia colosal, planteado por el Sr. Guillén Sol. Creo que este señor tiene, además de la condición de Senador, la de ser Director de una gran Sociedad, y ello demuestra la intervención afortunada de este señor senador en al tarde de ayer, no estando de más que intervengan en estos asuntos las personas que los conocen fundamentalmente.

Y yo pregunto a la Cámara, a través del Diario de sesiones, ya que hay muy pocos Sres. Senadores presentes: ¿es mejor que se venga a hablar aquí de problemas de importancia nacional, como el de que me ocupó y trató ayer el Sr. Guillén Sol, por personas que estén más o menos documentadas, pero que no conocen el problema, o que vengan aquí los que le conocen fundamentalmente y de este modo la Cámara se entere de los diferentes aspectos que la cuestión pueda tener?.

Esto lo digo a propósito de que se ha dicho por ahí que los menos indicados para tratar de cuestiones de ferrocarriles, son lo directores de la Compañías, cosa que , a mi juicio, es una enormidad, porque es mucho más conveniente que estos señores intervengan en todos estos problemas, no como directores de ferrocarriles, sino del lado nacional.

Yo me creo autorizado para hablar del asunto de que me ocupo, no como representante de tal o cual entidad, sino como conocedor del problema, porque lo he vivido, y esta manifestación de la industria constituye mi profesión. Y ahora voy a concretarme a las manifestaciones del Sr. Guillén Sol.

Este Sr. Senador habló ayer de la relación que podría tener con la riqueza agraria de Aragón el gran problema del pantano del Ebro. Este es un asunto que entraña una verdadera vergüenza para todos los Ministros de Fomento que en estos cuatro años últimos han pasado por el Ministerio. Es de una trascendencia nacional, inmensa, y puedo hablar de él con más autoridad, puesto que el asunto está fuera de mi esfera de acción. He visto esta obra; he estado en el punto del embalse, conozco sus características y la importancia que tiene en el aspecto agrícola y en su aspecto industrial. Pues éste, que es uno de los problemas hidroeléctricos de más trascendencia de España, es un féretro que está en el Ministerio de Fomento.

Yo, a través del Sr. Ministro de Estado, que me escucha, y de la Presidencia, ruego al señor Ministro de Fomento que haga una labor nacional, levantando ese muerto, dándole vida y creando con ese embalse la riqueza nacional más grande que hay en España, en su aspecto agrícola. Se trata de un embalse de 600 millones de metros cúbicos, mucho mayor que los lagos de Suiza, tan cacareados; 600 millones de metros cúbicos, que tiene un recorrido de 90 kilómetros en la cuenca del Ebro, y cuyas condiciones de irrigación y temperatura son inmejorables.

No hay, pues, que ponderar la importancia que esta obra tiene, uniéndome yo, pro lo tanto, con todo entusiasmo a las manifestaciones que hacía el Sr. Guillén Sol, que con razón decía (y tenía razón en todo lo que dice) y debe ser tomado en consideración, e inmediatamente, porque no hay problema, aparte de los actuales que afectan al decoro nacional, de mayor trascendencia ni importancia.

Y para terminar, digo que las cuestiones que están lamentadas ante las Autoridades provinciales y ante el Ministerio de Fomento por la industrias hidroeléctricas, deben ser resueltas, como quiera que sea, pero pronto, para evitar mayores males, como los que están ocurriendo, o por la incertidumbre que, para la industria nacional, supone o saber la orientación que el Gobierno piensa tomar en asunto de tal gravedad.

Con esto he terminado, rogando que conste mi adhesión a todas las manifestaciones de los señores que ayer hablaron ocupándose de estas cuestiones.



Vista de la Central eléctrica y el pueblo de Lafortunada