martes, 2 de noviembre de 2010

Estamos en otoño



Y conforme se acortan los días vemos cómo el color de los bosques va adquiriendo una luminosidad semejante a una dorada despedida del verano.
Es tiempo de hacer andadas tranquilas,a ritmo de persona,de observar cambios cromáticos del paisaje...y del alma.
Por fin podemos escuchar el ruido de las hojas al caer, nos percartamos de que aquella piedrecica lejana...es un dolmen y que aquella hoja tiene forma de triángulo...
Maravillas del tiempo, los humanos y una naturaleza por la que debemos apostar si queremos seguir disfrutando.
Algunas noticias al respecto...los glaciares del Pirineo han avanzado este año lo que habían retrocedido durante varios con lo cual su pérdida se ha visto ralentizada.
Los ríos de la cordillera, gracias a este verano tan húmedo, han limpiado sus cauces de manera determinante marcando un espacio de libertad fluvial que esperemos que los dedicados a su gestión asuman, por fin, de manera realista.
Y para terminar las bibliotecas de España han protagonizado un importante incremento de usuarios...
La gente, enmedio de su lucha por sobrevivir a la falta de expectativas, inmersa en determinadas salvas de caracter fascista o alineante, apuesta por la cultura como arma.
No nos hemos equivocado los que creemos en el Estado de Bienestar como reequilibrador del capitalismo salvaje e inhumano. Así que alegra este uso ciudadano de los servicios públicos que una vez más demuestran su capacidad (desgraciadamente muy limitada en España) de redistribuir justicia social, amparo y ánimo.
A coger fuerzas este otoño para aguantar el invierno, a pensar cómo seguir adelante con lo que realmente importa... y que este obligado baño de modestia nos ayude a colocar cosas en  el sitio que de veras merecen...sin prescindir de nuestra rica herencia cultural en la que los blogs han de aportar su granito de arena.

Por ello, amigo lector,  desde éste un fuerte río de saludos y a no reblar, caminante de la vida...